Madrid, 11 dic (dpa) – En días de placidez para el Real Madrid, una sola cuestión mantiene preocupado al club blanco y su nombre es Xabi Alonso, un futbolista imprescindible para Carlo Ancelotti que todavía no decidió si renovará su contrato.
El Real Madrid progresa y buena parte de culpa la tiene el regreso de Alonso, el hombre que dio al equipo español ese «equilibrio» tanto buscó Ancelotti en sus primeros meses en Madrid.
El equipo blanco comenzó la temporada con enormes dudas yel técnico italiano hasta tuvo que escuchar abucheos por el juego del plantel. Las derrotas ante Barcelona y Atlético de Madrid sólo consiguieron aumentar la inestabilidad de un equipo que por entonces sólo se mantenía gracias a los goles del portugués Cristiano Ronaldo.
Sin Alonso, lesionado desde comienzos de temporada, Ancelotti no conseguía encontrar la pieza que aunara sentido táctico, orden, sincronía en la presión y buena salida del balón. Pero el jugador vasco se recuperó y se hizo la armonía.
Alonso regresó el 30 de octubre después de 166 días en la enfermería en los que se perdió diez partidos de la Liga española y tres de la Liga de Campeones. Agarrado a su «cerebro», el Real Madrid encadenó cinco victorias consecutivas en la Liga española, en los que marcó 24 goles, y solventó sin problemas su pase a los octavos de la Champions con 16 de los 18 puntos posibles en la fase de grupos.
Resultados aparte, el regreso de Alonso propició una evidente mejoría del juego del Real Madrid, que ya se está acostumbrando a practicar buen fútbol con su nueva propuesta de juego combinativo, alejada del estilo aguerrido que propuso en la etapa de José Mourinho.
«La rehabilitación del equipo ha coincidido, si no exactamente con su reaparición, sí con su puesta definitiva a punto», aseguró hoy el diario «As».
El problema es que Alonso, de 32 años, termina contrato a final de temporada y el Real Madrid vive pendiente de su decisión.
En este mundo del fútbol, tan propicio a los rumores y filtraciones, resulta sorprendente el hermetismo con el que se maneja Alonso. Discreto como es, nadie sabe qué hará, pero deberá decidir pronto, pues en enero sería libre de negociar su futuro.
Lo único que conoce con certeza el Real Madrid es que su hipotética renovación le saldría a precio de oro, pues se trataría del último gran contrato en la carrera de un jugador que conoce su estatus de futbolista imprescindible.
«No soy un negociador. He hablado con Xabi, sí. Con el presidente no me hace falta hablar porque tenemos la misma idea, la de renovarle. Esperamos la decisión de Xabi, pero yo soy optimista», afirmó recientemente Ancelotti.
Ahora sólo falta por ver en qué punto confluyen deseo y realidad. La solución al enigma es sólo cuestión de tiempo.
Por Alberto Bravo