RIGA (dpa) – Con el inicio del año nuevo, los letones tendrá dos razones de peso para estar de fiesta: su país será a partir de 2014 el decimoctavo Estado miembro de la zona euro y Riga, junto con la ciudad sueca de Umeå, serán las nuevas capitales europeas de la cultura.
La antigua ciudad hanseática, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y es conocido por sus incontables edificios modernistas, celebra su capitalidad cultural bajo el lema «force majeure». Y lo hará con un programa típicamente letón: muy musical y con más de 200 proyectos y eventos culturales.
«Queremos presentar la cultura como una fuerza positiva y fortalecer su papel en Europa», señala la directora del programa, Aiva Rozenberga. La programación, dividida en seis apartados temáticos, abarca desde exposiciones culturales a conciertos, fiestas corales, óperas, acciones participativas y una gran fiesta del solsticio. Según los organizadores, el presupuesto asciende a 24 millones de euros (33 millones de dólares).
Hay muchas expectativas ante lo que traerá 2014. El estatus de capital europea de la cultura ofrece a Riga «la oportunidad de mostrar el papel especial de la cultura letona en Europa, fomentar su desarrollo turístico y aumentar la influencia internacional de la ciudad», señala la web del presidente letón, Andris Berzins, que ha asumido el patrocinio de Riga 2014.
La capital letona inaugurará su año cultural entre el 17 y el 19 de enero. El acto central será una simbólica acción colectiva: una cadena humana de libros, en referencia a la Cadena Báltica de 1989, cuando más de un millón de personas se manifestaron en pro de la libertad desde Tallín a Vilna pasando por Riga.
Veinticinco años después, los vecinos de Riga pasearán por toda la ciudad los libros de ocho edificios de la antigua Biblioteca Nacional hasta su moderna sede, conocida como «Gaismas pils» (castillo de la luz), al otro lado del río Daugava. El nuevo edificio albergará a partir de julio una exposición sobre los 500 años de historia del libro impreso.
«La idea es literalmente apostar por la cultura y sus valores. Los letones son un pueblo lector y cantor, algo que se ha preservado de generación en generación y seguirá manteniéndose», señala Rozenberga. Esa pasión por la canción se pondrá claramente de manifiesto en una fiesta coral con más de 20.000 cantantes de casi 90 países.
Otros platos fuertes del programa son la puesta en escena de la ópera de Richard Wagner «Rienzi, el último de los tribunos», que el compositor comenzó en los tiempos en los que ejercía de director de orquesta en Riga (entre 1837 y 1839). Bajo el lema «nacidos en Riga», algunas de las estrellas de la música clásica oriundas de la capital ofrecerán un concierto de gala al aire libre.
Las autoridades estatales de turismo esperan para los próximos 12 meses un aumento de entre el 15 y el 20 por ciento de turistas, frente a los 1,5 millones de visitantes que reciben actualmente al año, señaló una portavoz. Para ello, está prevista una campaña de promoción de la ciudad en todos los países europeos, aunque la asociación de hoteleros letona critica que ya es demasiado tarde para eso.
También se ha criticado entre tanto la elección de Riga, pues la ciudad es ya el centro político y económico del país báltico. A no pocos letones les hubiera gustado tener como capital europea de la cultura otra ciudad -se barajaron Cesis y Liepaja- en lugar de la metrópolis de 700.000 habitantes. Por eso, también otras ciudades letonas participarán en el programa cultural.
Por Alexander Welscher