Ciudad de México, 28 nov (dpa) – El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa consideró que pocas veces una novela ha sido bien llevada al cine al hablar en Ciudad de México sobre su relación «complicada y muchas veces funesta» con las imágenes en la apertura de un ciclo de películas inspiradas en sus obras.
El escritor inauguró en la Cineteca Nacional la retrospectiva, que incluye la primera versión fílmica de su libro «Pantaleón y las visitadoras», de 1975, dirigida por él mismo y José María Gutiérrez Santos.
«El cine me gustó mucho a partir de una cierta edad. Me cuentan que los primeros intentos de llevarme al cine fueron un fracaso total porque apenas se apagaban las luces yo empezaba a chillar muerto de terror y tenían que sacarme», relató el escritor ante una sala de cine llena de admiradores la noche del miércoles.
Vargas Llosa dijo que sólo una vez en su vida intentó hacer cine y que hasta la fecha se arrepiente de haber dado un paso que describió como «una catástrofe», de la cual se considera «exclusivamente responsable».
«No soy ni seré nunca, ni remotamente un cineasta», agregó el peruano.
El ciclo de cine es la primera de las actividades dedicadas a Vargas Llosa dentro del encuentro Viva Perú en Ciudad de México. El autor de «La casa verde» se disculpó por haber llegado más de una hora tarde a la función inaugural. «Les aseguro que no soy tan impuntual como podría parecerlo esta noche», dijo a los presentes.
El escritor de novelas como «Los cachorros» y «El sueño del celta» afirmó que las imágenes y las palabras tienen una misma finalidad, «porque ambos géneros cuentan historias», pero son distintos al mismo tiempo. «Ambas tienen su propia personalidad, su propias limitaciones».
Señaló que pocas veces un libro ha sido bien llevado al cine y viceversa, salvo rara excepciones, como «El gatopardo”, del italiano Luchino Visconti (1963), basada en una novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, «cuya versión cinematográfica es tan extraordinaria como la novela», o «El proceso» (1962) del estadounidense Orson Welles, sobre un texto de Franz Kafka.
«Por eso yo siempre he pensado que no debía como autor de un libro involucrarme en modo alguno en su transformación en una película», indicó.
La retrospectiva, titulada «Mario Vargas Llosa en el cine», arrancó con «La fiesta del chivo», filmada en 2005 por su sobrino Luis Llosa, con la actuación de la italiana Isabella Rosellini.
De la novela, sobre los excesos de poder y apetito sexual del dictador Rafael Leónidas Trujillo (1891-1961) en República Dominicana, «mucha gente creerá que yo conté son más bien exageraciones, excesos que se toma un autor en sus relatos, pero no fue así», afirmó. La película «refleja la historia que yo quise narrar en palabras».
Por Manuel Gaona