(dpa) – ¡Googléalo! Estamos todo el tiempo navegando en la web, leyendo las noticias del día, buscando la agenda cultural, recetas de tartas, artículos sobre un tema que nos interesa o en qué hotel parar este fin de semana… todo lo buscamos allí. ¿Pero estamos seguros de que sabemos utilizarlo bien? ¿Y somos nosotros los que lo utilizamos o es el buscador el que termina eligiendo por nosotros?
Los buscadores tienen un poder enorme sobre las informaciones que les brindan a sus usuarios. Y los resultados de esas búsquedas no sólo están definidas por los contenidos pagos, sino también en base a informaciones sobre los propios usuarios: datos sobre sus vidas privadas, sobre su estado de salud o sus trabajos. Entonces, ¿cómo funcionan estos algoritmos? ¿Nos dan realmente el resultado que estamos buscando?
Lo primero que debemos saber es que pocos buscadores tienen un índice propio, es decir, una lista de palabras clave que se revisan a toda velocidad para dar con las páginas que tengan el contenido buscado, explica Christian Pietsch, de una asociación especializada en cuestiones digitales. Los buscadores que cuentan con este sistema pueden contarse con los dedos de una mano: Google, Bing, Yandex y Baidu. «Ninguno de ellos es conocido por su transparencia», advierte Christian.
Esta situación lleva a que muchos otros buscadores basen sus sistemas en las tecnologías de los grandes del mercado. Toman sus índices y los incorporan a sus propios portales, con lo cual muchas webs privadas lo que hacen es utilizar el sistema de Google, como en el caso de Startpage. Otras, como Qwant y Duckduckgo, se sirven de la tecnología de Bing, de Microsoft.
Una reconocida organización de consumidores alemana, Stiftung Warentest, analizó los buscadores a inicios de 2019 y llegó a la conclusión de que Google, como líder de mercado, arrojó los mejores resultados cuando se hacía una búsqueda estándar.
El punto crítico que apuntó la organización fue la recopilación de datos que hace el gigante tecnológico. Bing no opera de otro modo. También almacena datos de los usuarios.
El buscador mejor posicionado fue Startpage, que tiene una lista de términos y condiciones transparente y apps que no invaden la privacidad de sus usuarios. Los resultados de las búsquedas resultaron buenos, si bien no estaban a la altura de Google.
La pregunta del millón es: ¿Hace realmente una diferencia quién ingresa una búsqueda y en qué máquina o dispositivo lo hace? La respuesta es: sí. No sabemos cuán importante es esa diferencia. Pero que la hay, la hay.
Y eso no es todo. El historial personal de búsquedas, es decir, las búsquedas que hemos hecho en el pasado, también influencia los resultados, por supuesto. Eso sucede sobre todo cuando el usuario haya iniciado sesión en Google. Si uno utiliza su cuenta de Google de forma privada y también en el trabajo, puede obtener resultados marginalmente diferentes a las mismas búsquedas cuando usa dos dispositivos distintos.
En sus términos y condiciones, Google explica que utiliza, entre otras cosas, cookies para monitorear las búsquedas más recientes y la interacción del usuario con los resultados. El objetivo de esto es presentarle al usuario anuncios que vayan con su perfil. Eso a Google le genera cuantiosas ganancias.
Los buscadores de Microsoft también almacenan las búsquedas del usuario a través de cookies y otros procedimientos. Tomando esos datos, Bing personaliza los resultados, explica la portavoz. Los mecanismos que derivan en esa personalización no se dan a conocer porque están amparados en las leyes de protección de datos.
Si uno quiere evitar esa personalización por alguna razón, puede utilizar el modo incógnito de su navegador. Eso hace que las búsquedas no sean almacenadas. Si uno está conectado a Google, las búsquedas se guardan, pero también se pueden borrar o desactivar.
Y si uno quiere evitar el seguimiento de sus movimientos a toda costa, puede servirse de algunas herramientas que bloquearán las publicidades o el almacenamiento de datos como uBlock Origin, NoScript, Privacy Badger o Ghostery. O utilizar metabuscadores como Searx o MetaGer, que son bastante confiables.
Por Tom Nebe (dpa)
Foto: Christin Klose/dpa-tmn