NUEVA YORK, 12 Oct. (EUROPA PRESS) – El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha instado a levantar en Euskadi, «desde el sufrimiento y la memoria» de las víctimas, una «sociedad basada en unos valores constructivos». A su juicio, «lo constructivo es la mejor manera de responder a la memoria» porque es «dar respuesta a la muerte con vida».
El presidente vasco ha visitado este sábado en Nueva York, donde se encuentra desde hace dos días, en el marco de su viaje oficial a Norteamérica, el memorial 9/11, que rinde homenaje a las 2.983 víctimas fallecidas en los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 y el 26 de febrero de 1993.
Urkullu, que ha asistido al parque junto a su esposa, ha sido recibido por la vicepresidenta del Memorial, Lynn Rasic, con la que ha realizado un recorrido por el espacio en el que, en su día, se levantaron las Torres Gemelas, cuyos vacíos se han cubierto con dos estanques. En el lugar, en el que todo quedó devastado tras el terrible atentado, se levantan un total de 400 árboles.
En su visita, el lehendakari y los componentes de la delegación vasca han colocado ante un peral, que procede del retoño del único árbol que sobrevivió a los atentados de 2001, una corona de rosas, rojas, verdes y blancas, con una escarapela en la que se podía leer «Basque Country». En este punto, han entregado a Lynn Rasic un cuadro con un grabado del Árbol de Gernika y un trozo de tronco del viejo roble.
El presidente ha trasladado a Rasic su emoción por la visita a un lugar que le ha hecho recordar a las víctimas del País Vasco. Según le ha transmitido, existe un «vínculo» con la llamada zona cero porque, «además del sufrimiento» por las acciones terroristas, compartido, la forma en que «se construye la memoria» es «una referencia para la construcción de la memoria en el País Vasco», donde se ha sufrido durante muchos años la violencia.
Una vez concluido el recorrido, Iñigo Urkullu ha querido «hablar de emociones» pero «también de reflexiones». «La emoción de visitar este lugar es sentir la emoción de la empatía de las 2.983 personas muertas y los más de 6.000 heridos en el atentado», ha dicho.
A su juicio, la empatía «despierta la solidaridad», y ambos valores conectan «con lo más específico y universal del ser humano». «Por eso, estando aquí las emociones nos llevan a recordar a todas las víctimas del terror y la violencia en el mundo y en nuestro país», ha explicado.
Urkullu, que es la segunda vez que visita este memorial, aunque la primera que lo hace como presidente vasco, ha asegurado que le «sigue suscitando» una reflexión relativa al tratamiento memorial del lugar, porque «recuerda lo peor del ser humano, pero lo hace ensalzando lo mejor de su condición humana y sus posibilidades, su capacidad creativa y constructiva».
«Lo constructivo es la mejor manera de responder a la memoria, es responder a la muerte con vida. La memoria es, más que actualización del dolor, renovación de los valores que, a pesar de todo, se enfrentaron y se enfrentan a la destrucción», ha defendido.
Para el lehendakari, la memoria constituye «la defensa de la dignidad humana» y, en alusión al parque que recuerda al 11 de septiembre, ha asegurado que es «responder a la destrucción más terrible con un bosque de 400 árboles, dos estanques y un nuevo complejo constructivo», exhibiendo el «valor de la creatividad, de la construcción».
Por ello, ha asegurado que, en un momento en el que el debate sobre las políticas de memoria pública se retoma en Euskadi, es «importante tener en cuenta ese enfoque». En su opinión, se debe tener en consideración la memoria de «todas las personas que han sufrido», pero, a la vez, «entender que, desde el sufrimiento y desde esa memoria», se puede construir «una sociedad basada en unos valores, que nacen desde la memoria, pero que son constructivos».
Durante el recorrido por el parque, Lynn Rasic ha explicado a Urkullu y a la delegación vasca la ubicación de los nombres de las víctimas en el Memorial. El lehendakari se ha detenido unos minutos en el nombre de la víctima más pequeña de los ataques terroristas, una niña de dos años y medio que viajaba junto a sus padres en uno de los aviones y que se dirigía a Corea a visitar a la familia de su madre.
Urkullu también se ha parado ante el nombre de la segunda víctima más joven de los atentados, que tenía tres años de edad y que también viajaba con sus padres.
Rasic ha detallado que el parque ha recibido más de diez millones de visitantes de todos los Estados y varios países y ha destacado la importancia que tiene para ellos recibir a líderes mundiales porque «les emociona su respaldo».
La vicepresidenta también les ha explicado que los 400 árboles del parque son robles, salvo el peral que sobrevivió a los atentados. Según les ha detallado, únicamente el 40 por ciento de las familias pudieron recibir restos de sus seres queridos y ha indicado que ese peral se descubrió enterrado en los escombros a las seis semanas de los ataques.
Rasic ha señalado que se rescató el árbol para intentar que pudiera sobrevivir, algo que finalmente se ha logrado. La vicepresidenta del Memorial ha indicado que el tronco es antiguo, pero las hojas son nuevas y, según ha manifestado, simboliza «estupendamente el 11 de septiembre y el después».
La vicepresidenta ha añadido también que está previsto que se inaugure en primavera un museo construido debajo de la tierra, donde los visitantes podrán ver las columnas originales de las Torres Gemelas y parte de una pared, que se ha «convertido en un verdadero símbolo de fuerza y resistencia», ya que, si se hubiera derrumbado, se habría inundando el viejo Manhatan. El museo también albergará trozos de los aviones que impactaron contra los edificios e incluso ascensores.