Washington, 18 jun (dpa) – El presidente Donald Trump pasó hoy a la ofensiva ante la tormenta de condenas que su administración está recibiendo por la separación de familias inmigrantes en la frontera de México.
«Estados Unidos no será un campamento de migrantes y no será un albergue de refugiados», defendió la acción de su Gobierno tras un torrente de tuits en el que criticó la política migratoria europea y puso en el foco a la Alemania de Angela Merkel.
La separación de niños de sus padres como política disuasoria de la inmigración ilegal -1.995 fueron separados de sus progenitores entre el 19 de abril y el 31 de mayo, según cifras oficiales- ha provocado una oleada de críticas dentro y fuera de Estados Unidos.
Por un lado, Trump intentó hoy atajar la censura criticando él la política migratoria de la Vieja Europa, con el foco en el Gobierno de la canciller alemana. Por otro, utilizó el desgarro que causa la imagen de niños separados de sus padres para presionar a los demócratas para que apoyen la reforma migratoria que persigue y que incluye un restrictivo cambio del sistema que rige en el país desde hace décadas.
«El pueblo de Alemania está dando la espalda a sus líderes mientras la migración está sacudiendo la ya débil coalición de Berlín. El crimen en Alemania va hacia arriba», tuiteó Trump, pese a que las cifras oficiales germanas dicen lo contrario. «¡Gran error hecho en toda Europa al permitir (entrar) a millones de personas que han cambiado fuerte y violentamente su cultura!». «No queremos que lo que está pasando en Europa nos pase a nosotros», añadió.
Las críticas a Merkel tienen lugar cuando el Gobierno bipartito de la canciller alemana afronta una crisis interna por la división de los socios en torno a la política sobre los refugiados. Las palabras de Trump llegaron además la víspera de que reciba al rey Felipe VI de España, un país que por decisión del nuevo Gobierno socialista acaba de recibir a más de 600 inmigrantes rescatados por el barco «Aquarius» frente a las costas de Libia.
Trump ha hecho de la mano dura en materia migratoria un pilar de su Gobierno y ha tomando decisiones controvertidas que han generado muchas críticas, entre ellas el veto migratorio musulmán y la cancelación de DACA, el programa con el que Barack Obama protegió a jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país.
Pero la imagen de niños separados de sus padres tras cruzar la frontera en la que quiere levantar su polémico muro es desgarradora incluso para destacados miembros del Partido Republicano. Y también para su propia esposa, Melania, que en una insual toma de postura criticó el domingo lo que está ocurriendo. «Odia ver a niños separados de sus familias», dijo su portavoz. «Cree que necesitamos un país que siga las leyes, pero también un país que gobierne con el corazón».
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, instó hoy a Washington a poner fin inmediatamente a esa práctica. «La idea de que algún Estado intenta disuadir a los padres maltratando a los niños es desaprensivo», denunció en Ginebra.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, defiende sin embargo que los niños están bien. «Los menores están siendo bien cuidados, no crean a la prensa», dijo hoy. «No pediremos perdón».
Trump manifestó en sus tuits que criminales utilizan a los niños para entrar en Estados Unidos. «Alguien ha mirado el crimen al sur de la frontera. Es histórico, con algunos países como los lugares más peligrosos del mundo», dijo en aparente referencia a Centroamérica. De allí es gran parte de los migrantes que entran sin papeles desde México, huyendo de la violencia en el llamado Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador).
Trump responsabiliza a las leyes aprobadas bajo administraciones demócratas de la separación de las familias, pese a que estas no establecen nada semejante. Es la política en su aplicación impuesta por la administración republicana la que lleva a ello.
El fiscal general del Estado, el ultraconservador Jeff Sessions, ordenó que todos los sin papeles detenidos tras entrar en el país sean procesados con cargos criminales, y eso es lo que lleva a que les quiten a los niños al mandarlos a un centro penitenciario. Hasta ahora, a los indocumentados detenidos se les imputaban cargos civiles.
«Podemos parar la separacion de niños, terminar con estas horribles leyes. Es culpa de los demócratas, son obstruccionistas», dijo hoy Trump en la Casa Blanca. «Podmeos hacerlo muy rápidamente si los demócratas vienen a la mesa», presionó. El republicano Jeb Bush, ex gobernador de Florida, le respondió por Twitter. «Los niños no deberían ser usados como instrumento negociador».
Por Sara Barderas (dpa)