Si 2020 ha destacado por algo es por la falta de enlaces. El confinamiento, las restricciones y demás medidas han hecho que sean cientos de parejas las que han decido trasladar el día más importante de su vida para el próximo 2021.
Tanto es así que se espera que las ceremonias, tanto civiles como religiosas, que se celebren a partir del próximo enero, se rediman de la carestía de ilusión de un año que ha dejado en el tintero cientos de fechas señaladas en los calendarios y con invitaciones enviadas.
Lo que está claro es que las bodas de 2021 van a seguir tendencias bastante diferentes a las habituales, con lo que sus invitados deberán también adaptarse a este nuevo concepto de unión que se pondrá en marcha.
“Las mujeres suelen ser las que más presión tienen en los looks de ceremonias. Más allá de la protagonista indiscutible, que es la novia, las amigas y familiares saben que también los ojos se posarán sobre ellas y que las fotos, durante décadas, las inmortalizarán el look, de ahí que cada vez se cuide más cómo vestir” explican desde una de las tiendas online referencia para las invitadas de boda, hinsomnia.com.
Adaptarse a las nuevas ceremonias
Con 2021 van a llegar bodas muy diferentes a las que se vivían antes. Se acabó el concepto de boda multitudinaria. Cada vez serán más íntimas y los invitados serán más cercanos a la pareja contrayente, fuera de compromisos.
Eso hará también que los enclaves cambien y se conviertan en parte misma del estilo que se ha de seguir.
“Cada vez se van a buscar lugares más especiales, que tengan un significado para la pareja o a nivel histórico, cultural o arquitectónico. Se va a buscar, porque ya venía siendo tendencia, un enclave tan único que forme parte de la propia boda, no solo que sea lugar de paso. Y eso hará que también los invitados tengan que tenerlo en cuenta a la hora de vestir, calzar y elegir complementos” explican los expertos en bodas.
De hecho, si las cosas no cambian demasiado de cara a primavera, la nueva tendencia será un cáterin al aire libre, algo que garantizaría la ventilación adecuada, un entorno inmejorable y también una seguridad.
¿Cómo deberá entonces vestir la invitada de boda?
Ya no se trata solo de mirar moda en Vogue, sino de ser capaz de encontrar, dentro de la oferta, el estilo propio y que concuerde con el lugar al que se va. Y eso lo tienen claro en Hinsomnia en el catálogo que han preparado para la temporada.
Las tendencias pasarán por dos estilos claros: asimetría y movimiento.
En lo que a vestidos se refiere, el crepe como tejido con corte asimétrico y con volumen y los flecos serán grandes protagonistas, pero no hay que descartar tampoco la seda en colores lisos y clásicos para que la elegancia sea la principal carta de presentación.
La sencillez de formas se pondrá de moda, porque de verdad lo importante será el propio corte del vestido. Una de las tendencias para quienes quieran la originalidad serán los vestidos mantón, donde se habla también de la propia cultura española y que, con un sombrero por complemento, hará que el conjunto destaque.
Basta encontrar el modelo con el que no sentirse disfrazada para dar con la clave.