Por Christopher Ratter (dpa) – Las excursiones con esquíes están de moda. En vez de dejarse llevar cómodamente en la cabina del teleférico o un ascensor a lo alto de la montaña, son cada vez más los esquiadores que en grupos pequeños suben a pie a la cima para después descender el valle fuera de las pistas de esquí oficiales. «La gente quiere vivir más la naturaleza y estar también un momento solo en la naturaleza», explica el diseñador de moda alemán Michael Spitzbarth.
El subir y bajar sudando no sólo le exige mucho esfuerzo al deportista, sino que también requiere un equipo adecuado. En el camino empinado hacia arriba, el equipo debe pesar lo menos posible. Los fabricantes ofrecen a precios cada vez más bajos chaquetas, pantalones, cascos y mochilas ligeras. Cada gramo cuenta.
Los escaladores con sus esquíes ya llevan tiempo siguiendo la corriente principal. «Desde hace años hay una tendencia a evitar las telas muy pesadas y gruesas», dice Sabine von Eyb, que trabaja para una tienda de ropa deportiva en Múnich. La actual tendencia son chaquetas que, pese a su poco peso, no pierden nada de funcionalidad. Esas chaquetas deben proteger al esquiador de temperaturas heladas y al mismo tiempo ser transpirables y ofrecer la mayor libertad de movimiento posible.
Para conseguir ese objetivo, se incorporan materiales que enfrían y secan la parte superior del cuerpo, donde se genera mucho calor. Para aquellas partes del cuerpo que enfrían más rápidamente se utilizan telas que dan calor. Y sobre todo el uso de materiales flexibles debe proporcionar mucha libertad de movimiento. Por esta razón, para las articulaciones se utilizan muchas veces materiales elásticos.
Todo ello también repercute en los cortes: «Hoy, el material elástico no se utiliza sólo para la superficie, sino también en el forro, lo que proporciona mucha comodidad», explica Matthieu Häuslein, fundador de la empresa suiza Development Never Stops. Este empresario desarrolla prototipos para grandes fabricantes de ropa para esquiadores como Head, Adidas y The North Face. En cuanto a los pantalones, la tendencia va hacia modelos que resaltan la figura.
«Se ve claramente un acercamiento entre la moda y el esquí», dice Häuslein. También la superficie de la ropa se orienta claramente hacia las telas clásicas de la moda de la calle. Esto se puede observar muy bien en la ropa de los amantes del snowboard: «De lo que se trata es que la prenda tenga su función pero que no se vea esa función», dice Michael Spitzbarth. «Tú puedes ponerte la chaqueta también en el trabajo sin que llame la atención». En muchas colecciones se encuentran, por ejemplo, clásicos cortes parka que normalmente sólo se ven en los escaparates de las casas de moda en las ciudades.
La tendencia a mezclar la funcionabilidad en la pista con la elegancia de la gran ciudad también la sigue Urbanus Jeans, de Corea del Sur, por ejemplo. Esta marca tiene una colección con vaqueros que lucen bien tanto en la pista como en el día a día. Lo que ya unía en los últimos años la moda para la pista y la moda para la calle eran los colores fuertes. Se veían en la ropa para los amantes del esquí y para el hombre de la ciudad y en muchas colecciones siguen presentes. Mamut, por ejemplo, combina pantalones amarillos con chaquetas de color verde cardenillo, o el rojo con el negro. The North Face ofrece al cliente un pantalón lila con una chaqueta de color naranja, y Haglöfs combina el amarillo con el rosa.
Sin embargo, se había iniciado una tendencia a favor de tonos más apagados que continúa en la actualidad. «Creo que el apogeo del colorido ha terminado», opina Matthieu Häuslein. «Aunque se siguen usando muchos colores, los tonos son menos vivos». Columbia, por ejemplo, tiene en su colección una chaqueta oscura y sólo la cremallera es roja.
Otro cambio radical en materia de ropa se puede observar en los esquiadores que prefieren caminar hacia la cima en vez de utilizar el teleférico. «El mayor cambio se está produciendo en el ámbito ecológico», dice Spitzbarth. Para el comprador es cada vez más importante saber cómo fue fabricada la prenda. Casi todos los fabricantes están respondiendo a este deseo. En cuanto a las membranas funcionales, se están imponiendo variantes ecológicas como las que fabrica la empresa Sympatex. Las membranas son reciclables.