(dpa) – Abrir y llamar era lo habitual en los teléfonos móviles del cambio de milenio, con modelos plegables que marcas como Nokia, Siemens y Samsung lanzaron a un mercado en el que el Star Tac de Motorola o el icónico Moto Razr se hicieron famosos, para desaparecer a partir del primer iPhone. Aunque parece que ya vuelven.
Tras la aparición del iPhone en 2007, el teléfono móvil plegable desapareció de las preferencias del gran público, aunque se mantuvo como dispositivo barato. En este retorno inesperado tiene mucho que ver la pantalla plegable.
Samsung y Royole tienen un modelo plegable, Huawei también e incluso se espera que el Moto Razr vuelva al mercado en 2020. Todos estos dispositivos tienen una cosa en común: son teléfonos inteligentes y se pueden plegar.
Sin embargo, en lugar del concepto de hace casi dos décadas, en el que cada mitad del teléfono albergaba el teclado y la pantalla de forma independiente, ahora la pantalla es táctil y se pliega por el centro.
Francisco Geronimo es optimista pero cauto. «Todavía no está listo», dice el analista de la empresa de investigación de mercado IDC sobre el concepto de smartphone plegable. Pero el Foldable, como se llama en inglés, resuelve un desafío al que se enfrenta la industria.
Las pantallas están creciendo y alcanzando sus límites
«Cada vez más gente compra teléfonos inteligentes más grandes», dice Geronimo. Quieren pantallas más grandes para consumir o producir más contenidos.
Los fabricantes dieron respuesta a esta demanda durante años. Para evitar que los dispositivos se vuelvan infinitamente grandes, los marcos de la pantalla se encogen, los altavoces se ubican detrás de la pantalla o se instalan cámaras modulares. Pero este concepto ha llegado a su fin y la solución, dice el analista Geronimo, son los teléfonos plegables.
Hay un gran interés entre el público: Tres de cada cuatro encuestados (74 por ciento) conocen la existencia de los smartphones plegables, según un estudio de Deloitte encargado por la asociación del sector Bitkom.
Uno de cada siete valora la posibilidad de comprarse uno. En la actualidad, sin embargo, esto sigue siendo caro, si echamos un vistazo al mercado.
El Galaxy Fold de Samsung, con una pantalla de 7,3 pulgadas, varias cámaras y conexión 5G cuesta actualmente alrededor de 2.100 euros (2.344 dólares).
El competidor LG va por un camino diferente con el G8 ThinkQ Dual Screen. Aunque el dispositivo «solo» cuesta unos 1.000 euros, basa en dos pantallas individuales el plegado del dispositivo.
Todavía no se sabe cuándo será lanzado el Huawei Mate X en el mercado europeo. En China, este modelo plegable se comercializa por unos 2.160 euros. Al contrario que el Fold de Samsung, la pantalla queda en el exterior al ser plegado.
La reedición del Moto Razr de Motorola no debería ser tan cara. El dispositivo no se presenta bajo los estándares de alta tecnología de Huawei o Samsung, sino como un producto de estilo de vida. Se espera su salida al mercado en el segundo semestre de 2020 por un precio de unos 1.600 euros.
Teléfono plegable para sustituir al smartphone y a la tablet
Los precios no son atractivos para el consumo masivo, pero no parecen disuasorios. «Es un dispositivo que puede reemplazar el paquete habitual de teléfono inteligente y tableta», dice Geronimo. Esto supone disponer de un dispositivo en lugar de dos. Sin embargo, por el momento, este cálculo carece de sentido.
Según Geronimo, si los precios bajan con el tiempo, como suele ocurrir con los productos tecnológicos, surgirán nuevos grupos de compradores para este tipo de teléfonos plegables.
En dos o tres años, los smartphones plegables también ganarán impulso entre los usuarios normales fuera del sector empresarial. Geronimo se muestra muy optimista con respecto a ellos: «Veremos un gran desarrollo en este sector durante los próximos años».
Por Till Simon Nagel (dpa)