Ámsterdam (dpa) – En Países Bajos se la conoce como la Edad de Oro neerlandesa. En el siglo XVII, el pequeño país europeo era la mayor potencia comercial del planeta, por delante de Inglaterra o España. Al mismo tiempo, prestigiosos artistas y académicos holandeses lideraban el panorama mundial.
La expresión «Edad de Oro» es frecuentemente utilizada para describir el arte y otros logros de este período. En 2019, por ejemplo, fue un término ampliamente difundido en relación con la celebración del 350 aniversario del nacimiento del famoso pintor Rembrandt.
Pero algo está empezando a cambiar.
El Museo de Ámsterdam -el museo histórico de la capital- ha anunciado que ya no utilizará el término «Edad de Oro», señalando que para los africanos esclavizados por los holandeses fue una época de todo menos dorada.
También se está debatiendo el cambio de nombre de calles, museos y escuelas, así como el desmantelamiento de estatuas y monumentos.
Pero no todo el mundo está de acuerdo. Algunos hablan de «iconoclasia» y de asalto al patrimonio cultural.
«¡Menuda tontería!», respondió el primer ministro, el conservador-liberal Mark Rutte, cuando se le preguntó qué opinaba de la supresión del término «Edad de Oro».
Por su parte, el populista de derechas Geert Wilders tuiteó: «Estar orgulloso de los Países Bajos es tabú según estos perturbados que se odian a sí mismos. Están destruyendo a Holanda con su equivocada corrección política».
En su opinión, los defensores de este movimiento revisionista también son inflexibles. En 2016 un grupo denominado «Edad Gris», escribió la palabra «genocidio» en un monumento en memoria de Jan Pieterszoon Coen -oficial de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC, por sus siglas en holandés) de principios del siglo XVII- en Hoorn, al norte de Holanda.
En 1621, bajo las órdenes de Coen, la totalidad de la población de las Indias Orientales fue esclavizada o asesinada para asegurar a Holanda el monopolio en el comercio de especias de sus colonias ultramarinas.
En 2019, el Café VOC de Ámsterdam tuvo que cambiar de nombre después de que el propietario recibiera correos electrónicos con amenazas. Una escuela llamada Coen también decidió cambiar su denominación.
¿Y qué hay de los nombres de las calles? ¿Es necesario cambiarlos también? Quienes se oponen sostienen que eso equivaldría a borrar todo un período de la historia y que no se pueden juzgar las diferentes épocas históricas en función de las normas morales de hoy en día.
Las partidarios del cambio argumentan que alguien que hoy sería juzgado como un criminal de guerra no merece ser honrado.
También el Centro de Arte Contemporáneo Witte de With en Rotterdam se está planteando cambiar de nombre. Witte de With es una figura controvertida en la historia militar y colonial neerlandesa.
Nacido en 1599, De With fue un oficial de la marina que dirigió varias batallas cruciales en la Guerra de los Ochenta Años -Flandes contra el imperio español- y durante la Primera Guerra Anglo-Neerlandesa.
Por su parte, el Museo Mauritschuis de La Haya, prestigiosa pinacoteca holandesa que expone cuadros de los maestros Rembrandt y Vermeer, no tiene de momento ninguna intención de cambiar de nombre a pesar de que toma su nombre de Juan Mauricio de Nassau, aristócrata que supervisó el comercio de esclavos como gobernador de las colonias holandesas en Brasil.
Lo que sí hizo el museo en 2019 fue organizar una exposición sobre Mauricio de Nassau en la que se presentaron opiniones contrapuestas sobre esta figura histórica, animando a los visitantes a que formaran su propia opinión al respecto.
Una cosa es segura: el debate continuará a lo largo de este año. En septiembre de 2020 el Rijksmuseum de Ámsterdam presentará una gran exposición sobre los Países Bajos y la trata de esclavos. Sin embargo, a pesar de la controversia, por el momento tiene previsto seguir utilizando el término «Edad de Oro».
Según el director del museo, Taco Dibbits, la mayoría de la gente entiende que la expresión se refiere únicamente al arte y la pintura del siglo XVII. «Y ese sentido, realmente fue una edad de oro», señaló.
Por Christoph Driessen (dpa)