Managua, 4 nov (dpa) – Nicaragua y Costa Rica volverán a sentarse frente a frente mañana martes en La Haya, cuando la Corte Internacional de Justicia (CIJ) inicie una nueva ronda de sesiones de cuatro días, para conocer una demanda de Managua contra San José por la construcción de una carretera cerca de la frontera común.
Según ha anunciado el tribunal, la audiencia iniciará con los alegatos del equipo nicaragüense, dirigido por el embajador Carlos Argüello, a los que Costa Rica responderá el día miércoles. El ciclo se repetirá en la segunda ronda, fijada para el jueves y viernes.
La discusión girará ahora sobre las quejas del gobierno de Daniel Ortega, que acusó al de su vecina, Laura Chinchilla, de causar graves daños ambientales con el trazado de la ruta de 160 kilómetros sobre la margen derecha del río San Juan, que pertenece a Nicaragua pero sobre el cual Costa Rica puede navegar con fines de comercio.
El pasado 11 de octubre, Nicaragua denunció en La Haya que la construcción de la trocha fronteriza, que quedó inconclusa hace un año, provocó una severa erosión y agravó la sedimentación en el San Juan, donde actualmente se realizan trabajos de limpieza y dragado.
En los últimos días, autoridades nicaragüenses expresaron su seguridad de que la Corte apoyará su demanda, pues existe abundante material fotográfico para demostrar el daño provocado, y porque la construcción de la vía también generó una ola de críticas a funcionarios del gobierno Chinchilla en su propio país.
«No tenemos la menor duda de que Nicaragua va a ser oída y que sus planteamientos van a ser escuchados y resueltos», afirmó el viernes el general retirado Omar Halleslevens, vicepresidente de Nicaragua y ex jefe del Ejército.
La CIJ decidió unir este caso con una demanda de San José, que recientemente acusó a Managua de construir dos canales artificiales en el área fronteriza en disputa, un enclave pantanoso de apenas 2,5 kilómetros cuadrados llamado Isla Portillo o Harbour Head, tema sobre el cual el tribunal sesionó el mes pasado.
En esa ocasión, Costa Rica alegó que Nicaragua ingresó al lugar con equipos de dragado, violando una disposición del tribunal que en marzo de 2011 prohibió a las partes enviar personal civil o militar al punto en litigio, muy cerca de la desembocadura del río San Juan en el Mar Caribe.
El embajador Argüello admitió que tal incursión ocurrió y el responsable fue el ex guerrillero Edén Pastora, delegado de Ortega para las obras de dragado, pero alegó que éste lo hizo «sin autorización» presidencial, argumento que resultó difícil de creer para los representantes costarricenses.
Analistas estiman que, una vez más, la Corte Internacional podría emitir una sentencia de balance, favoreciendo en un solo fallo la denuncia de San José en el caso de los canales en isla Portillo, y la de Managua en cuanto a la trocha a orillas del San Juan.
A causa de estos conflictos, las relaciones diplomáticas bilaterales quedaron prácticamente congeladas durante los últimos tres años, sin que hasta ahora se vislumbre una solución negociada a las continuas disputas fronterizas.
Además, Ortega y Chinchilla han tenido roces verbales públicos y evitan coincidir en las cumbres de presidentes centroamericanos, lo que atiza el nacionalismo de nicaragüenses y costarricenses, y pone en duda la hermandad centroamericana en momentos en que la región se prepara para estrenar un acuerdo de asociación con la Unión Europea.
Por Gabriela Selser