Que Barcelona es una ciudad que ofrece 1000 y un entretenimientos distintos para los más pequeños de la casa no es ninguna novedad.
No obstante, esta como cualquier otra ciudad, también permite crear momentos inolvidables en las mentes de los más pequeños sin necesidad tan siquiera de que salgan de casa o del recinto donde se está celebrando una fiesta.
Los tiempos están cambiando
Lejos quedan aquellos años donde un cumpleaños consistía en una tarta en honor del homenajeado y en varios de sus amigos jugando en un espacio lleno de juguetes y diversión, pero sin el ápice de magia de la que pueden disfrutar los pequeños de hoy.
Y esto ha derivado a que en una ciudad como Barcelona ya no solo sean los cumpleaños los únicos contextos que requieran la personalización de una fiesta.
Una comunión, que era algo que generalmente reunía a familiares adultos, hoy es la ocasión perfecta para hacer que este día sea algo más que aquel donde el niño recibe la primera eucaristía para convertirse en un día lleno de magia junto a las personas que realmente comparten su día a día, que son sus amigos.
En búsqueda de la perfección
Desde hace unos años, las fiestas infantiles tematicas se han perfeccionado hasta tal punto que hoy es posible incluir incluso a los adultos de forma intrínseca dentro de la fiesta, siendo partícipes de las aventuras que se les propone a los más pequeños.
Gracias a la intervención de diferentes factores como la globalización, el acceso y consumo de Internet y las grandes empresa del entretenimiento, los pequeños tienen tantas opciones sobre personajes animados que fácilmente pueden encontrar uno que se adapte con sus gustos y personalidad particular.
Ante tal panorama, cada vez son más las empresas que se están especializando en este sector, lo que no hace más que alimentar un servicio más amplio y personalizado, por lo que ya tampoco sirve siempre el uso de un decorado o de disfraces que hagan referencia a la fiesta.
Animadores de fiesta, animadores de vida
Para todo aquel que esté pensando en regalarle a su hijo una fiesta mágica en Barcelona, las empresas especializadas en el sector ofrecen algo más que eso.
Actores que interpreten uno de los personajes más importantes de la trama, cuentacuentos capaces de hacer que una historia no solo sea oída sino también escuchada o animadores infantiles que además de entretener, tengan la habilidad suficiente como para hacer que los niños más pequeños intervengan en los juegos.
Una animadora infantil barcelona no se puede limitar únicamente a interpretar un papel. Empezando porque las necesidades han cambiado y los niños de hoy buscan con más ahínco vivir emociones maravillosas y terminando porque este sector cada día es más competitivo en la Ciudad Condal.
¿Qué hacen los animadores de fiesta en Barcelona?
Para empezar, un buen animador o animadora ha de tener en su repertorio tanto un amplio catálogo de temáticas como de personajes. Por ejemplo, el mundo de las princesas de Disney puede parecer similar, pero hay que tener en cuenta que cada niña tendrá sus personajes y cuentos favoritos y que no podrá mezclarlos para que la fiesta no pierda magia.
Han de saber introducir en la historia a los adultos. Teniendo en cuenta que en muchas de estas fiestas conviven grandes y pequeños (bautizos y comuniones) una forma de hacer que estos días sean más especiales es fomentando la presencia de padres, tíos…
De hecho, entre sus servicios hay actividades exclusivas para mayores, como cámaras ocultas, coreografías o eventos de empresa. También se puede decir que atrás quedaron los días que estos actores eran exclusivos para los más pequeños.
Asimismo, un animador de fiesta en Barcelona no se debe limitar únicamente a acudir a esos recintos acondicionados para una fiesta. El abanico de opciones, sobre todo en una ciudad como ésta se debe ampliar a otros espacios como pueden ser hoteles, fiestas mayores de un barrio o incluso para restaurantes donde se esté celebrando una cena de empresa.
Siguiendo con este último punto, el repertorio no es que deba ser amplio, sino que además no debe ser únicamente para niños y tiene que tener dotes para poder hacer monólogos o imitaciones.
Pasión, y después profesión
La verdad es que para ser un referente en este sector en el que renovarse es una obligación, más aptitudes son necesarias actitudes. Pasión por lo que se hace, ilusión por ver las caras de asombro de los niños y no tan niños, soñar y hacer que los demás sueñen contigo…
Y si a todo esto le sumas que en una gran ciudad siempre habrá alguien que haga este trabajo con los valores mencionados, se llega a la conclusión de que la pasión no es una virtud, sino una obligación.