El marketing tradicional y el digital son disciplinas que evolucionan constantemente para adaptarse a las innovaciones tecnológicas y conocer cuáles son las necesidades del consumidor.
Durante los últimos años se ha hablado mucho sobre la llegada de la inteligencia artificial (IA) y de cómo esta comienza a transformar la vida de las personas.
La IA permite hacer perfiles personalizados en el área del marketing, lo que se traduce en disponer de más datos sobre el comportamiento de los consumidores y sus preferencias a la hora de comprar un producto o servicio.
Este tipo de tecnología funciona, en líneas generales, de forma sencilla. Se podría comparar con un ordenador al que se le enseñan cosas basadas en el análisis de datos y, a partir de su estudio, predecir una acción.
Algunos ejemplos del uso de la IA son los coches autónomos o los asistentes personales digitales, los cuales tienen la capacidad de responder preguntas dependiendo del comportamiento del usuario.
Campos de acción
Son numerosos los campos en los que ya actúa la IA. Aquí se pueden mencionar la medicina, la economía y el área militar. Sin embargo, el punto de atención es que ya se utiliza en diversas aplicaciones del marketing, cuyo rango de acción se ha visto modificado ante la llegada de esta tecnología.
De hecho, hay usuarios que afirman que su privacidad no es respetada ante el empleo de este tipo de herramientas. Los especialistas comentan que pronto las legislaciones cambiarán la situación a favor de los consumidores.
Además, explican que cuando un servicio es gratuito, como las aplicaciones para el móvil, el usuario es el producto. Plataformas como Google recopilan esa información con fines comerciales. En cambio, cuando el usuario compra el servicio, entonces las empresas utilizan los datos de una forma más relevante, según los expertos.
En el mundo han proliferado las empresas que crean software especializado en inteligencia artificial para luego aplicarlo al marketing automatizado.
Es importante recordar que la IA se basa en la Big Data, o la avalancha de información que generan los dispositivos móviles, los sensores y los objetos que están conectados a Internet.
En esta era digital, los datos se han convertido en la nueva materia prima para trabajar. Incluso muchos los han llamado el “nuevo petróleo”, lo que habla del potencial que tiene la información para configurar el mercado.
Al tener un perfil detallado de los clientes o potenciales clientes, las empresas formulan diversas propuestas para captar la atención de los usuarios y así incrementar las posibilidades de compra. Cuanto más personalizada sea la línea de acción, mucho mejor.
El marketing tradicional también entra en juego para inclinar la balanza a favor de las marcas. Este es el caso de compañías como Diferentidea, que es una de las empresas de merchandising especializadas en regalos publicitarios personalizados.
Entre los productos que ofrecen destacan las memorias usb personalizadas y todo tipo de productos para la oficina y el trabajo.
La nube y la machine learning
Los datos tienen un papel protagonista, aunque no son los únicos responsables que han propiciado el avance de la IA. La llamada cloud computing, o la computación en la nube, también ha tenido su cuota de responsabilidad.
Ahora, cualquier persona que desarrolle una idea y tenga una tarjeta de crédito tiene acceso al poder de computación que, anteriormente, solo podían tener las grandes empresas multinacionales o los gobiernos globales.
Este panorama lo está reconfigurando todo. Es decir, hay una democratización de la tecnología y una aceleración de la innovación nunca antes vista.
Otro aspecto que hay que tener en cuenta es el relacionado con los avances en el desarrollo de algoritmos y la machine learning (ML), que para los especialistas es el motor que lleva adelante este proceso.
Las ML no son más que sistemas basados en la inteligencia artificial que han sido programados para que aprendan automáticamente.
El marketing está en todo y guarda una estrecha relación con los productos, los servicios y las marcas. Para conseguir sus objetivos ya comienza a basarse en la ayuda que ofrece este tipo de sistema.
El sector digital también está mirando más de cerca la difusión de vídeos o las transmisiones en vivo como un puente para acercarse más a los consumidores.
Conocidas como streaming, las transmisiones de radio y televisión a través de la web son cada vez más populares. En páginas como productoravideomarketing.es, que se especializa en vídeo marketing, han elaborado una lista de Programas para hacer streaming y difundir el contenido en Internet.
Futuro del marketing
Según los expertos, el futuro del marketing está relacionado directamente con la inteligencia artificial. La anticipación que puede predecir la IA también busca determinar las necesidades emocionales.
Para lograr ese objetivo, las marcas utilizan complejas fórmulas para analizar las conductas. Posteriormente, reciben la información respecto a las necesidades particulares que ha demostrado cada persona.
Los algoritmos detectan las necesidades a partir del comportamiento y los hábitos de consumo que exhiben los usuarios al navegar a través de la red.
Las empresas invierten todos los años millones de euros para contar con este tipo de información, que les permitirá expandir sus operaciones en un medio y largo plazo.
Incluso compañías que se dedican a la promoción de cupones y descuentos hacen sus estudios para determinar cuáles son los gustos de los consumidores.
En portales como encontrarofertas.com se mantienen cada día más de 4.000 cupones activos para emplear en diferentes modalidades. Para conocer las ofertas del día y reclamar alguno de los cupones solo hay que entrar aquí: cupones descuento.
En el futuro, las búsquedas en Google mostrarán resultados más personalizados, y los asistentes virtuales irán mucho más allá al conocer los gustos y las preferencias de cada uno.
Un aspecto clave de la IA en el marketing es la rapidez con la que se ejecutan los procesos, ya que se actúa en tiempo real. La inmediatez es la que sirve para rentabilizar las acciones que se tomen en el universo digital.