Madrid, 5 dic (EFE).- La solución a la crisis económica que atraviesa Europa pasa más por crear mecanismos de crecimiento al estilo alemán, que por una bajada del nivel de vida, ha manifestado hoy en Madrid el embajador de Francia en España, Jerome Bonnafont.
En un desayuno de trabajo, Bonnafont expresó que «en Francia no creemos en una solución a la baja. Si bajamos los salarios, bajamos el consumo interior y, entonces, bajamos el nivel de vida».
«Bajar los salarios no es la solución. La fuerza de Alemania no está en sus bajos salarios, sino en la especialización tecnológica e industrial», por lo que hay que buscar la «innovación».
En cuanto al nivel de vida de los 500 millones de europeos, «hay que elevarlo» mirando más bien a modelos como el de Alemania o Francia.
Bonnafont apostó por la «solidaridad» entre sus miembros «a pesar de sus diferencias políticas» y por que «compartan esfuerzos» en problemas como el del paro.
Sin embargo, insistió en que estos esfuerzos «sólo pueden dar sus frutos a condición de que se estimule el crecimiento» y apuntó a la necesidad de crear «un mecanismo que garantice la convergencia económica», en el que «más jóvenes puedan acceder al empleo».
También, hay que alcanzar «un acuerdo sobre la unión bancaria porque si necesitamos correcciones hay que tener un mecanismo de resolución». «Solo será posible convencer al pueblo europeo» de su entidad «si está garantizado el empleo y la seguridad exterior».
Bonnafont se refirió a la necesidad de una Europa con «un mayor componente social» y de reforzar la cooperación entre el Norte y el Sur para que se eviten tragedias como la de Lampedusa.
A tal efecto, se refirió a la necesidad de una «solidaridad europea» y a que «debemos trabajar con los países de los que parten los aspirantes a la inmigración».
En cuanto a la amenaza del terrorismo, especialmente el islamista, Bonnafont anotó que la credibilidad de la seguridad de Europa está en juego» ante la situación en el Sahel, el Golfo de Guinea y el Cuerno de África.
Sobre la operación Serval en Mali destacó que «España es uno de los pocos países que nos ha ayudado».
En cuanto a la República Centroafricana, a la que París ha enviado un contingente de cascos azules, indicó que «Madrid está viendo como ayudarnos a salvar a este país arruinado».
Para hacer frente al terrorismo islamista dijo que «es una necesidad desarrollar un estado de derecho europeo».
«Tanto Francia como España creen en una Europa fuerte, con una mayor proyección mundial, pero con la crisis ha ganado terreno «el euroescepticismo», por lo que es necesario que «los jóvenes recuperen la confianza» en el proyecto europeo.
Sobre las relaciones hispano-francesas, calificó de «nuevo capítulo» la inauguración de la línea de alta velocidad entre Barcelona, Perpiñán y París a partir del próximo 15 de diciembre y dijo que «va a romper con aquella vieja idea de que «España era una isla de Europa separada por los Pirineos».
Bonnafont manifestó que en España están instaladas unas 1.800 empresas francesas que generan unos 65.000 millones de euros y mantienen unos 356.000 puestos de trabajo.
Para las empresas francesas en España, precisó, «lo peor de la crisis ha pasado y lo que observamos es que «no ha habido una salida masiva de inversores franceses».
En este momento, «España es un país más interesante para la inversión que otros países de Europa del este», por las buenas infraestructuras y el estado de derecho, entre otras cosas, añadió.
Al encuentro asistió el presidente del Senado español, Pío García Escudero, y casi un veintena de embajadores acreditados en Madrid.