Londres, 17 jul (dpa) – La primera ministra británica, Theresa May, dio un nuevo giro en el «Brexit»: tras plantar cara a los seguidores de la línea dura la semana pasada, ahora cedió en el Parlamento a las enmiendas de algunos de estos y consiguió que su plan para la salida del Reino Unido de la UE sea tratado por la Cámara de los Lores.
May aceptó sorpresivamente la noche del lunes varias enmiendas de Jacob Rees-Mogg, defensor del «Brexit» duro, es decir, de una salida de la UE que implique también abandonar la unión aduanera y el mercado común del bloque europeo, formado actualmente por 28 países.
En este caso las enmiendas afectaron a la nueva ley de aduanas. Según los críticos, con esas enmiendas es casi imposible que Bruselas acepte las propuestas de May para un acuerdo de aduanas con Reino Unido.
Rees-Mogg lidera un grupo de 60 defensores del «Brexit» duro dentro del grupo parlamentario del Gobierno de la primera ministra conservadora.
May también salió victoriosa en la votación de la ley comercial («trade bill») con 317 votos a favor y 286 en contra. Sin embargo, en una votación posterior los conservadores proeuropeos aprobaron con 305 votos a favor y 301 en contra mantener al Reino Unido en la red regulatoria de medicamentos, que mantiene la regulación de la UE en el Reino Unido en cuanto a medicamentos.
Uno de esos legisladores, Phillip Lee, celebró la enmienda como «un objetivo de negociación para que el Gobierno mantenga abierto nuestro abastecimiento de medicamentos tras el ‘Brexit'».
La denominada ley comercial es una entre varias que busca asimilar la legislación de la UE a las leyes del Reino Unido y tiene como fin permitir a Reino Unido continuar con su política actual de comercio en la mayor medida posible tras el Brexit. Esta ley no tiene como fin regular los acuerdos futuros del Gobierno con la UE u otros países.
El secretario de Comercio Internacional, Liam Fox, dijo que su aprobación implicaría «el primer paso confiable que toma el Reino Unido hacia establecerse como un país comerciante independiente por primera vez en 40 años».
Sin embargo, el diputado opositor laborista Geraint Davis dijo durante el debate que ese proyecto refleja la «fantasía del ‘Brexit'» del Gobierno, que busca sellar acuerdos comerciales con grandes economías no pertenecientes a la UE luego de que el Reino Unido abandone el bloque.
La Cámara de los Comunes aprobó finalmente por 317 votos a favor y 286 en contra que el proyecto de ley comercial sea tratado por la Cámara de los Lores (cámara alta).
La disputa por el nuevo plan para el «Brexit», que prevé mantener una estrecha alianza con la Unión Europea, hizo que la semana pasada dejaran el cargo el ministro del «Brexit», David Davis, así como el hasta entonces titular de Exteriores, Boris Johnson.
Varios diputados han dejado además su puesto como secretarios de Estado o al frente de sus cargos en el Partido. Parece que la presión sobre May tuvo su efecto.
May niega que las modificaciones en la ley aduanera vaya a tener una influencia sobre su estrategia sobre el «Brexit», pero con ello ha enfadado a las fuerzas a favor de la Unión Europea dentro de su partido. A la primera ministra le resulta cada vez más complicado mantener el control sobre las dos corrientes en su propio partido.
En la noche de hoy el Gobierno tenía previsto votar el inicio de una pausa estival, lo que fue interpretado como un intento desesperado de evitar el derrocamiento de la primera ministra, pero luego la moción fue retirada.
Desde las elecciones legislativas del año pasado en junio, May gobierna con una mayoría escasa y está expuesta a revueltas en ambos frentes. En varias ocasiones se le ha dado por acabada, sin embargo ha resistido hasta la fecha.
Además son cada vez más fuertes las exigencias de un segundo referéndum. Justine Greening, ex ministra de Cultura de May, volvió a solicitarlo públicamente el lunes.
La multa impuesta hoy por la Comisión Electoral a la campaña «Vote Leave», la principal plataforma a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, ha dado alas a una nueva consulta.
«Vote Leave» tendrá que pagar una multa de 61.000 libras (unos 69.000 euros) por superar el límite del presupuesto permitido para el referéndum.
Por Christoph Meyer (dpa)