Madrid, 20 nov (dpa) – La selección española de fútbol fue hoy objeto de duras críticas por su gira africana, que se saldó con insatisfacción con la imagen ofrecida, lesión de Víctor Valdés y derrota final en Sudáfrica tras un partido que terminó con un «grotesco final».
Los 23 futbolistas españoles regresaron hoy a sus casas después de recorrer 16.000 kilómetros para completar una gira poco estimulante en lo que fueron sus primeros partidos de preparación para el Mundial de Brasil tras la clasificación.
Tanto es así que la prensa deportiva española no centró sus primeras páginas en hablar de su selección, sino que los periódicos madrileños apostaron por la exhibición de Cristiano Ronaldo con Portugal y los barceloneses situaron el foco sobre la dolencia de Valdés.
«Verbena fatal», tituló «Marca» para definir lo ocurrido el martes en Sudáfrica, donde España perdió 1-0 ante la anfitriona en el mismo escenario que hace poco más de tres años conquistó el Mundial. «Celebración frustrada», agregó «As».
La gira comenzó con una cita en Guinea Ecuatorial bautizada por la prensa mundial como «el partido de la vergüenza». Muchos analistas españoles e internacionales censuraron la visita de los campeones del mundo a un país gobernado de forma autoritaria desde hace décadas por el presidente Teodoro Obiang.
España ganó 2-1 el partido jugando con muchos suplentes y ante un rival que dio muchas patadas. Xabi Alonso se tuvo que retirar antes de tiempo y nadie pudo sacar conclusiones positivas.
Luego los expedicionarios se volvieron a montar en un avión para recorrer los más de 4.000 kilómetros que separan Malabo de Johannesburgo, destino de sus segunda cita por África. Y las cosas allí no fueron mejores para los hombres de Vicente del Bosque.
España perdió 1-0 ante un rival que incluso pudo engordar su ventaja. Y en la memoria quedó un final de partido que el diario español «El Mundo» calificó hoy como «grotesco».
Cerca del final, Valdés se lesionó en un gemelo, dolencia que le tendrá fuera de juego hasta el próximo año. España había hecho los seis cambios reglamentarios, pero invocó al juego limpio para hacer uno más de los permitidos y poner a Pepe Reina.
Insólitamente, el árbitro accedió a ello y transgredió el reglamento ante la indignación del entrenador de Sudáfrica, Gordon Igesund, y los gritos de «fair-play» procedentes del banquillo español. Al final, Reina jugó y salvó a España de una derrota mayor.
«Cuánto le importaba a Igesund la victoria quedó claro hacia el final, cuando trató de impedir que España sustituyera a su portero lesionado al haber agotado todos los cambios permitidos», explicó hoy el diario sudafricano «The Star».
«La derrota se volvió todavía más gris con la lesión de Valdés y el esperpento de los cambios», añadió el diario español «El País».
Ni en Guinea Ecuatorial ni en Sudáfrica hubieron manifestaciones públicas de los dirigentes de la Federación Española de Fútbol (RFEF), pues nadie dio una justificación de lo ocurrido en los dos viajes. A cambio, tuvieron que ser los futbolistas y Del Bosque quienes ofrecieran unas explicaciones que hoy siguen sin convencer a muchos.
«Ciertas curas de humildad hacen que el grupo sea más fuerte», afirmó Reina tras el encuentro.
Pero lo cierto es que, a falta de una opinión de la federación, casi nadie en España ve hoy cosas positivas de una gira que empezó mal y acabó peor. La campeona del mundo inició su camino hacia Brasil con mal pie.
Por Alberto Bravo