París, 5 dic (EFE).- El etarra Ekaitz Sirvent estaba al frente de las estructuras de extorsión («Gezi») y de falsificación («Fal») de la organización terrorista cuando fue detenido en París en abril de 2009, señaló hoy la Fiscalía francesa.
«Al ser arrestado estaba a la cabeza de esas dos estructuras», señaló el fiscal Jean-François Ricard, ante el Tribunal de lo Criminal de París que juzga a Sirvent junto a Ainhoa Ozaeta y Peio Sánchez Mendaza desde el pasado 25 de noviembre.
Ricard explicó que «los elementos de prueba son masivos» sobre la implicación del primero de esos tres etarras en «Fal», donde permaneció durante seis años en una misión que, en parte, simultaneó con la que llevó a cabo en «Gezi».
El representante del Ministerio Público aludió a la «presencia masiva» de documentos de identidad robados y falsificados en un piso franco de Champs sur Marne, en las afueras de París.
El grueso de esas piezas de identificación se le encontraron a Sirvent, en soporte informático, cuando él mismo fue arrestado al llegar a una estación de la capital francesa el 10 de abril de 2009.
«Esos documentos estaban realmente destinados a miembros del aparato militar» para llevar a cabo operaciones, comentó Ricard, que también estableció vínculos entre el taller de falsificación de Champs sur Marne donde se supone que estuvo operando Sirvent y otros elementos requisados a diversos jefes de la banda.
Igualmente sugirió que Sirvent pudo haberse ocupado de operaciones de cambio de divisas, puesto que de ese piso franco de las afueras de París había salido una lista con 53 agencias de cambio en la capital francesa.
El inculpado no quiso responder a ninguna de las preguntas que sobre esas constataciones le hizo el fiscal -su contestación se limitó una y otra vez a un «no tengo nada que decir»-, ni las que anteriormente le había hecho el presidente del tribunal, Jean-Paul Albert.
El tribunal escuchó también el testimonio de Gilles Le Flem, un jubilado al que el 4 de abril de 2003 una pareja de etarras, que según los elementos de prueba eran Sirvent y Zígor Merodio, le robaron su coche en Gradignan, cerca de Burdeos, para escapar con él, momentos después de la detención en un control policial de otro miembro de la banda, Aitor Cortázar García.
Le Flem, que tiene ahora 76 años, contó cómo uno de los dos hombres que le abordaron se introdujo en su vehículo y, después de asegurarle que habían tenido un accidente y que tenían que ir al hospital, le sacó una pistola con la que le apuntó.
El jubilado salió del vehículo y los dos etarras huyeron con él varios kilómetros, cuando decidieron cambiar y secuestrar a una mujer, a la que obligaron a conducirlos hasta Bayona, donde se les perdió el rastro.
El juez recordó que por los hechos de Gradignan, Sirvent está acusado de «robo a mano armada con circunstancias agravantes». Contra él pesan en total una cuarentena de cargos en este juicio que se prolongará hasta la semana que viene.