La Comisión Europea anunció este miércoles mediante un comunicado de prensa que en anticipación de la reunión del Consejo Europeo que se celebrará los días 17 y 18 de octubre, la Comisión Europea insta a los jefes de Estado o de Gobierno de la UE a que emitan directrices políticas y den un nuevo impulso a las negociaciones con el fin de llegar a un acuerdo sobre un presupuesto de la UE a largo plazo justo, equilibrado y moderno para el periodo 2021-2027. El próximo marco financiero plurianual (MFP) debe estar a la altura de los retos de hoy y del mañana para permitir a la UE satisfacer las expectativas de los ciudadanos.
En una Comunicación publicada hoy, la Comisión Europea destaca los principales puntos que los líderes de la UE deben considerar y respecto de los que deben ofrecer una clara orientación para que el acuerdo se materialice sin más demora. Estos puntos incluyen los siguientes:
– el nivel global de financiación necesario para responder a las prioridades comunes de la Unión;
– un presupuesto moderno que consiga el equilibrio adecuado entre las distintas políticas y haga un fuerte hincapié en el valor añadido de la UE;
– un enfoque más transparente de la financiación del presupuesto de la UE y de la introducción de nuevas fuentes de ingresos para sustentar las prioridades y reducir la carga para las contribuciones nacionales; y
– una mayor coherencia entre las diversas políticas, estableciendo un vínculo más estrecho entre la financiación y las prioridades de actuación e instrumentos más rigurosos de protección del presupuesto de la UE frente a las deficiencias del Estado de Derecho
Las decisiones estratégicas sobre estos aspectos deberían contribuir a impulsar las negociaciones en curso sobre el próximo presupuesto a largo plazo de la UE con miras a llegar a un acuerdo antes de que termine este año, conforme a lo acordado por los dirigentes de la UE en el mes de junio.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha afirmado: «El objetivo del presupuesto a largo plazo de la UE es intervenir allí donde la UE puede aportar el mayor valor añadido. Es también posibilitar en toda Europa una inversión en investigación que sea líder a nivel mundial. Es financiar infraestructuras transfronterizas, ayuda a las pequeñas empresas y una red de seguridad para nuestros agricultores. Es propiciar que generaciones de jóvenes europeos puedan formarse en otro país de Europa. Estas son las prioridades que refleja la propuesta de la Comisión para los próximos siete años. Además, nuestra propuesta es un plan de futuro, responsable y pragmático para conseguir hacer más con menos. Insto al Parlamento Europeo y a nuestros Estados miembros a que lleguen rápidamente a un acuerdo.
Günther H. Oettinger, comisario europeo de Presupuesto y Recursos Humanos, se ha expresado en los términos siguientes: «En la primavera del año pasado, la Comisión presentó una propuesta sobre el próximo presupuesto de la UE a largo plazo que fue universalmente reconocida como una sólida base para las negociaciones. Dieciséis meses más tarde, se han logrado avances, pero se nos acaba el tiempo. Todas las partes deben ahora esforzarse por llegar a un consenso. Es hora de ponernos manos a la obra y de rematar nuestra labor. Europa no puede permitirse, en un momento caracterizado por sus grandes retos, retraso alguno en la adopción de su presupuesto a largo plazo. Nuestros ciudadanos esperan resultados; es hora de asumir nuestras responsabilidades. Es hora de tomar una decisión.
En mayo y junio de 2018, la Comisión presentó una propuesta de presupuesto nuevo y moderno a largo plazo específicamente diseñado para la consecución de las prioridades de la Unión, incluidas las propuestas legislativas correspondientes a los treinta y siete programas sectoriales. Partiendo de esa base, tanto el Parlamento como el Consejo han desarrollado ya una importante labor. Se ha avanzado en cuanto al marco general y a muchas de las propuestas sectoriales.
Pero es necesario seguir trabajando. Según se acerca la hora de la verdad en las negociaciones, la dirección estratégica de los líderes resulta más necesaria que nunca para que los nuevos programas puedan ponerse en marcha en la fecha prevista, el 1 de enero de 2021.
– Un presupuesto a la altura de las circunstancias.
El presupuesto a largo plazo propuesto por la Comisión es igual al 1,114 % de la renta nacional bruta (RNB) de la EU-27. Actualmente, la Unión de 27 invierte el 1,16 % de la RNB de la EU-27 (incluido el Fondo Europeo de Desarrollo). El presupuesto propuesto es ya, por tanto, inferior al actual. Una mayor reducción del presupuesto de la UE dificultaría a la Unión el cumplimiento de sus prioridades y la prestación de un apoyo muy necesario a sus agricultores, estudiantes, investigadores y otros cientos de miles de beneficiarios del presupuesto de la UE. Por lo tanto, los dirigentes deben aspirar a conseguir un presupuesto realista que esté a la altura de la tarea.
– Búsqueda de un enfoque más equitativo para la financiación del presupuesto de la UE
En la actualidad, algunos de los Estados miembros más ricos de la UE obtienen reducciones de sus contribuciones al presupuesto de la UE —también conocidas como descuentos—, de forma que pagan proporcionalmente menos en relación con su renta nacional bruta per cápita (véase el anexo). La salida del Reino Unido —país que originó la introducción del sistema de descuentos en 1984— brinda la oportunidad de reformar la parte de los ingresos del presupuesto de la UE y de enderezar un sistema que ha perdido transparencia y se ha ido distorsionando. Los dirigentes deben aprovechar esta oportunidad y refrendar una forma más justa de financiar el presupuesto de la UE.
– Modernización de la parte de los ingresos del presupuesto de la UE
Es también un momento oportuno para examinar nuevas fuentes de ingresos del presupuesto de la UE que estén más estrechamente vinculadas a las prioridades políticas de la Unión. Entre esas posibles fuentes se cuentan los ingresos procedentes del régimen de comercio de derechos de emisión o las contribuciones por los plásticos no reciclados. Los dirigentes deberían aprovechar el creciente impulso del momento en favor de estos nuevos recursos propios y acordar una diversificación de las fuentes de ingresos del presupuesto de la UE.
– Modernización de la parte de gastos del presupuesto de la UE
En su propuesta de presupuesto a largo plazo de la UE, la Comisión plantea un nuevo equilibrio entre los distintos ámbitos de actividad financiados por el presupuesto de la UE. Si bien la política de cohesión y la política agrícola común siguen desempeñando un papel vital en la configuración del futuro de Europa, están siendo modernizadas en función de las nuevas prioridades. Al mismo tiempo, se destinan más fondos a ámbitos esenciales como la investigación y la innovación, la movilidad de los estudiantes, la acción por el clima, la migración, la gestión de las fronteras y la seguridad, la digitalización y la defensa y la acción exterior de la Unión. Los dirigentes deben apoyar estos esfuerzos de modernización del presupuesto de la UE y garantizar que producen resultados en aquellos aspectos que importan a la gente.