Madrid, 14 ene (EFE).- La Audiencia Nacional juzga mañana al exdirigente etarra Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», por la colocación de una bomba en el edificio de la Bolsa de Bilbao el 4 de marzo de 2002 que fue desactivada por la Ertzaintza, hechos por los que se enfrenta a una petición fiscal de 10 años de cárcel.
En su escrito de conclusiones provisionales, el fiscal Luis Barroso recuerda que en esa época «Txeroki» integraba el «comando Olaia», en honor a la etarra Olaia Castresana que murió al manipular una bomba, junto a Asier Azrzallus Goñi, «Sendoa», e Idoia Mendizábal Mújika, ya condenados por estos hechos.
Los miembros de este comando, prosigue el escrito, utilizaban para ocultarse y preparar sus acciones un piso en Amorebieta (Vizcaya) alquilado por el excoordinador del «comando Vizcaya» Gorka Martínez Arkarazo y una lonja en Galdakao en la que guardaban armas y explosivos.
Así, el 4 de marzo de 2002 el citado comando colocó un explosivo, compuesto por dos bolsas de tela artesanales con 19,7 kilos de cloratita y 35 gramos de tytadine, en los servicios de caballeros del edificio de la Bolsa de Bilbao.
Mediante dos llamadas telefónicas realizadas sobre las 13.00 horas al diario Gara y a la central de la DYA de Bilbao, se alertó de que la bomba explotaría veinte minutos después, por lo que se desalojó el edificio y la Ertzaintza procedió a su desactivación.
Según el fiscal, el artefacto no explotó al no haber funcionado correctamente el sistema de iniciación, «que de haber funcionado y haberse producido la explosión a la hora dispuesta de 49 minutos hubiera comportado un peligro para la vida e integridad de las personas».
Para condenar a Mendizabal y a Arzalluz, la Sala argumentó que en el documento intervenido a Juan Ibon Fernández Iradi, «Susper», tras su detención en diciembre de 2002, se hacía referencia a este atentado y se citaba expresamente al «comando Olaia».