Berlín, 22 dic (dpa) – Tranquilo y agradecido por el apoyo mostrado, el ex magnate y opositor ruso Mijail Jodorkovski adelantó hoy en su primer rueda de prensa como hombre libre que entre sus planes de futuro no está ni dedicarse a la política, ni regresar a Rusia.
Jodorkovski intentó despejar así algunas de las incógnicas sobre su nueva vida como hombre libre tras el indulto del presidente ruso, Vladimir Putin, al mismo tiempo que recordó que no era el último preso político en Rusia.
Ante una sala atiborrada de periodistas y equipos de televisión en el Museo del Muro cerca del Checkpoint Charlie, un antiguo puesto de control entre las dos Alemanias, el crítico del Kremlin pidió comprensión por no poder detallar aún sus planes de futuro.
«Hace 36 horas que soy un hombre libre. Quiero, después de diez años, pasar por fin tiempo con mi familia», indicó en alusión a su esposa y sus tres hijos, que llegarán mañana a Berlín procedentes de Suiza y con los que desea hablar sobre la decisión de dónde vivirán.
«Es algo que tengo que hablar con mi mujer. No es una decisión que pueda tomar yo solo», dijo ante la atenta mirada de sus padres presentes en la sala y que llegaron el sábado de Moscú, al igual que su hijo mayor de su primer matrimonio, que voló desde Nueva York para ver a su padre.
De momento tiene un visado de un año para estar en Alemania. «Tengo todo ese tiempo para pensar», señaló y rechazó regresar a Rusia por el momento debido a que aún se ciernen contra él demandas millonarias. «Podría pasar que si regreso a Rusia no pueda volver a salir», señaló.
Diez años estuvo en prisión esperando poder recobrar su libertad después de ser condenado por lavado de dinero, evasión fiscal y robo de petróleo en dos polémicos procesos cuestionados por la comunidad internacional.
Después de ese tiempo, su puesta en libertad fue toda una sorpresa. Sin embargo, afirmó que no quiere que sea vista como «un símbolo de un cambio fundamental en su país».
«Muchos amigos míos siguen en la cárcel. Asimismo, en Rusia hay más presos políticos que no tienen que ver con el caso Yukos», declaró. «Más bien, quiero que mi liberación sea un símbolo de lo que puede lograr la sociedad civil cuando lucha por la libertad de presos políticos», agregó.
Por el momento, no tiene ambiciones empresariales. «No tengo que regresar a los negocios para llevar el pan a casa. Ya dirigí una gran empresa de éxito. Conseguí todo lo que quería y mi situación financiera me permite no tener que volver a trabajar para ganar dinero», explicó, al mismo tiempo que bromeó sobre que no comprará un club de fútbol.
Asimismo, dejó claro que no tiene intención alguna de dedicarse a la política. «La lucha política no va conmigo», afirmó. Sin embargo, se ocupará de los que todavía están en prisión, entre los que se encuentra la ex primera ministra ucraniana, Julia Timoshenko.
Durante su comparecencia ante los medios en la capital alemana, donde se encuentra desde su puesta en libertad el viernes, Jodorkovski se mostró en contra de boicotear los Juegos Olímpicos de Invierno que se disputarán en Sochi en febrero de 2014.
«Los Juegos en Sochi son una fiesta del deporte para millones de personas. No debería echarse a perder», declaró. Sin embargo, dijo tener la esperanza de que Putin no convierta a los Juegos en «su fiesta personal».
Al mismo tiempo, aunque se negó a dar consejos a los políticos sobre sus relaciones con Putin, declaró que espera que recuerden que él no es el único preso político.
Por Almudena de Cabo