Berlín, 9 oct (dpa) – Para un músico intelectual de izquierdas como él, el Gobierno de Donald Trump debe de ser un auténtico horror. Porque Jackson Browne, que cumple 70 años el martes, ya cantaba contra la que él consideraba una política absolutamente equivocada de presidentes estadunidenses más civilizados e indulgentes que el actual. Incluso Barack Obama fue objeto de su ira como «militarista» en la guerra de los drones, como le calificó el cantautor en 2015.
Hace ya 40 años, cuando se encontraba en la cima de su éxito con varios de sus álbumes en el top 10 de las listas de venta en Estados Unidos, Browne protestaba contra la energía nuclear. A mediados de los años 80, el rockero arremetió contra la política intervencionista del presidente Ronald Reagan en Centroamérica y se comprometió con la lucha contra el comercio de armas, el belicismo y la destrucción del medio ambiente. «Which Side?» se sigue preguntando hoy en día en una de sus canciones más recientes y poderosas: ¿en qué lado estás en temas como el afán de lucro de los banqueros o el tráfico de influencias de una economía energética despiadada?
Y eso que a Browne el papel de cantante protesta no le viene desde la cuna. El cantautor nació en Heidelberg (Alemania) en 1948. Era hijo de un empleado civil del Ejército estadounidense y tras regresar a su país, creció en California. Enseguida maduró hasta convertirse en un buen guitarrista (en la banda del genial Tim Buckley) y un letrista extraordinario.
Su primera canción, que escribió cuando sólo tenía 16 años y se llamaba «These Days», hoy es un clásico. Además compuso temas para la cantante alemana Nico (antes Velvet Underground) y el éxito mundial «Take It Easy» para los Eagles (1973). Browne no siempre conseguía tomarse la vida con calma. Por eso, sus letras rezuman reflexiones y melancolía, temas que van bien con esa bonita voz que suena clara y no del todo despreocupada.
«Escribir canciones en aquella época fue realmente (algo) muy fuerte y elemental», recordó recientemente en una entrevista. «Crecimos con Bob Dylan, John Lennon, Leonard Cohen y Joni Mitchell», señaló. Además, enseguida aprendió a desarrollar sus propios talentos y en los 70 publicó casi cada año discos nuevos llenos de canciones de primera calidad que además cada vez se volvieron más exitosas.
Entonces llegaron varios momentos artísticos culminantes como «Late For The Sky» y «The Pretender» (que según la revista musical «Rolling Stone» son dos de los mejores discos de todos los tiempos), pero también temas que fueron auténticos aciertos comerciales como «Running On Empty» y «Hold Out», su álbum número uno en 1980. A veces apenas se podía escapar de Browne: canciones llenas de armonía como «Doctor My Eyes», «Fountain Of Sorrow», «The Load-Out/Stay» o «Tender Is The Night» sonaban en la radio. Su música encantaba especialmente a los estudiantes e intelectuales.
A día de hoy Browne ha vendido casi 20 millones de discos y ha sido distinguido con 17 premios. La marcha triunfal del músico en los años 70 y 80 no fue una casualidad, según la enciclopedia online Allmusic. Aunque estaba considerado «el típico cantautor sensible de California», nadie como Browne encaja tanto con el espíritu de la época de los años posteriores a los 60″, señala este portal.
En su vida privada, las cosas no siempre fueron fáciles para este hombre atractivo de pómulos marcados. En 1976, su primera esposa, Phyllis, se suicidó. Después se separó de la actriz Daryl Hannah y tuvo que defenderse públicamente de las acusaciones de violencia doméstica. A sus fans más conservadores les irritó aún más su creciente y furibunda agenda política. La curva de éxito de sus álbumes, que además no estaban bien producidos y se acercaban a la corriente más popular del rock, cayó.
Desde sus comprometidos trabajos «Lawyers In Love» (1983) y «Lives In The Balance» (1986), Browne ya no ha tenido grandes éxitos de venta. Su carrera ha transcurrido de manera nada espectacular con largas pausas creativas y una sola obra sólida de senectud. En 2004 entró a formar parte del Salón de la Fama del Rock and Roll. Y en 2015 «Rolling Stone» lo incluyó en su lista de los 40 mejores cantautores del mundo.
Entretanto, Browne parece satisfecho a nivel personal, con todo el furor político que sigue llevando dentro. El artista no quiere «soltar un sermón» a la gente, dijo a la revista «Esquire» sobre su hasta ahora último álbum, «Standing In The Breach» (2014). «No quiero escribir ninguna polémica, sino una buena canción que pueda disfrutar todo el mundo.»
Por Werner Herpell (dpa)