Izquierda Unida tratará de frenar la reforma en sucesiones, con una enmienda a la totalidad, al entender que la reforma en marcha lejos de contribuir a un sistema impositivo equitativo y progresivo supone, de facto, primar a los grandes patrimonios. El portavoz de la formación en la Junta General del Principado, Gaspar Llamazares, aseguró hoy, tras la junta de portavoces, que la modificación supondrá un retroceso: “nos da la impresión de que Asturias da un paso atrás en relación a la política fiscal, al no valorar el conjunto de la política fiscal para hacer una política fundamentalmente justa y, también, redistributiva, que sea favorable al mantenimiento de los servicios públicos”.
Lo que se había iniciado como un proceso para resolver el “error de salto”, algo que defendía IU, ha terminado por una reforma en profundidad que duplica el mínimo exento. Así, si antes, en una familia tipo con tres hijos, el monto global del patrimonio de ambos progenitores debía superar los 900.000 euros para tributar hoy, esa cifra se elevará a 1,8 millones. El problema, señaló Llamazares es que estos nuevos mínimos harán perder unos ingresos valiosos, tanto desde la perspectiva de la justicia redistributiva como para la financiación de los servicios Públicos. “No será fácil mantenerlos en condiciones del actual sistema de financiación y mucho menos si restamos ingresos como vamos a hacer por valor de 30 millones de euros, con la nueva en materia de financiación, en este caso, en materia fiscal en sucesiones”.
La enmienda a la totalidad supondrá mantener como mínimo exento 150.000 euros (por progenitor), solución al error de salto y también un impuesto sobre la riqueza a partir del 1 millón de euros. “Es un mínimo lógico y lo que había que solucionar era el error de salto –lo solucionamos- pero no aumentamos el mínimo, ni duplicamos la bonificación como hace el Gobierno dejando prácticamente el impuesto de sucesiones dejando el impuesto para únicamente aquellos que tienen una relación familiar de segundo o tercer nivel”.
Pero es que, a además de un incremento de los mínimos, la reforma que apoya el Gobierno de Asturias, se pierde progresividad. “Todos los que tienen más, no pagan más”, espetó Llamazares.