LOS ANGELES (dpa) – En una era marcada por la competencia entre Pixar y DreamWorks, sigue habiendo espacio para clásicos al más puro estilo Disney como «Frozen», una gélida aventura que llega a los cines estadounidenses en vísperas del Día de Acción de Gracias.
Inspirada en el cuento «La reina de las nieves», de Hans Christian Andersen, «Frozen» es la número 53 de la serie más tradicional de la factoría Disney, que echó a andar el propio fundador del legendario estudio hace ya varias décadas, Walt Disney. Está dirigida por Chris Buck y Jennifer Lee y cuenta en la producción con John Lasseter, el responsable de clásicos de Pixar como «Toy Story» y «Cars», entre otras.
«Frozen» narra el desencuentro entre dos princesas de Arendelle, Elsa (con la voz de Idina Menzel) y Anna (interpretada por Kristen Bell). Cuando Elsa, Reina de las Nieves, maldice a Anna, las opciones de ésta para sobrevivir al hechizo pasan por una emocionante aventura atravesando un paraje helado, lo que da título a la película.
Anna viaja acompañada de un venado de un solo cuerno, un amante de la naturaleza con espíritu de aventura, y se ve amenazada de forma constante por un ejército de hombres de nieve que pretenden impedir que se derrita su congelado corazón, el objetivo final de su travesía.
Todo ello con unas cuantas dosis de humor y la ternura que siempre han marcado las películas de Disney. Aunque «Frozen» tiene un corte más para niños, es más que digerible para padres de familia.
El proyecto llevaba en el tintero desde 2002, pero fue rechazado entonces por las dudas que generaba la historia y su adaptación a la gran pantalla. Años más tarde, en 2010, los ejecutivos del estudio decidieron reanimarlo con el objetivo de hacer un largometraje en tres dimensiones.
En gran parte, esa decisión vino respaldada por el éxito de «Tangled», también basada en un cuento popular europeo y que terminó por convertirse en uno de los mayores aciertos de la casa Disney de los últimos tiempos
Decidieron además contar con gran parte del equipo que trabajó en «La Bella y la Bestia», estudiando muy bien los personajes para estar seguros de que conectaban con la audiencia actual, con un nivel de exigencia superior al de anteriores generaciones. Para ello, Lasseter se implicó en todo el proceso, muy centrado en Anna y Elsa para abrir una gran cantidad de posibilidades a la historia principal.
«Una vez que nos dimos cuenta que estos dos personajes podían ser hermanas, la situación cambió completamente», explica Peter del Vecho, productor del filme.
Después hubo que seleccionar las voces, y se eligió a Kristen Bell para la protagonista. «Desde que tenía cuatro años he soñado con trabajar para una cinta animada de Disney», dijo la actriz estadounidense de 33 años. «Fue el primer objetivo que me puse en mi carrera. Y entonces parecía como que era demasiado poco realista». Tampoco imaginaba que tuviera que hacerlo estando embarazada, algo que le hizo cambiar un tanto el tono de voz a lo largo del proceso.
La otra principal involucrada en la película en el aspecto de las voces es Idina Menzel, la neoyorquina de 42 años, otra actriz feliz con el hecho de haberse incorporado a la clase de película que siempre quiso ver cuando era niña.
Con esa esencia llegará Disney a la cartelera, tratando de mantener intacto el espíritu de los títulos que convirtieron en leyenda al estudio, pero adaptado a los tiempos modernos de las tres dimensiones y la parafernalia que hoy rodea a una cinta animada de gran presupuesto. Con suerte, podrán sumarla a la lista de aciertos.
Por Liliana Martínez-Scarpellini