Madrid/La Habana, 20 nov (dpa) – Una brecha histórica inusualmente larga entre países hermanos se cerrará este jueves cuando el socialista Pedro Sánchez se convierta en el primer presidente del Gobierno español en más de tres décadas que llega en visita oficial a Cuba, donde lo espera su par Miguel Díaz-Canel.
La visita, de poco más de 24 horas, llega 32 años después de la del también socialista Felipe González, que en 1986 fue recibido por el entonces líder cubano Fidel Castro. También podría abrir las puertas a un viaje del rey Felipe VI dentro de un año por los 500 años de la fundación de La Habana.
Díaz-Canel, nombrado sucesor de Raúl Castro en abril, y Sánchez, que llegó al Gobierno en Madrid en junio tumbando al conservador Mariano Rajoy con una moción de censura, sellaron la cita al coincidir en la Asamblea General de la ONU en Nueva York a mediados de octubre, si bien la diplomacia llevaba meses trabajando en la visita.
El mandatario español explicó entonces que su viaje busca «dar normalidad» a las «relaciones tradicionales» que mantienen los dos países en términos económicos, sociales y culturales. El conservador José María Aznar y el entonces monarca Juan Carlos I viajaron a Cuba en 1999, pero lo hicieron en el marco de la Cumbre Iberoamericana.
Sánchez viajará acompañado por una nutrida delegación empresarial en un viaje con marcado carácter económico. España es el tercer socio comercial en la isla, tan solo superado por China y Venezuela, con un intercambio en 2016 de 1.300 millones de dólares.
La Asociación de Empresarios Españoles es la única organización de su tipo autorizada por las autoridades cubanas, agrupa a más de 300 empresas presentes en la isla que están presentes principalmente en sectores como el turismo, la alimentación y las infraestructuras.
El principal problema de las empresas españolas son los retrasos en los pagos que han generado unos 300 millones de euros de deuda, debido a la falta de liquidez del Gobierno cubano que sufre el impacto en la economía nacional de la crisis social y política venezolana.
No está previsto que la visita signifique la solución a todos los problemas de liquidez, pero sí es considerada por fuentes diplomáticas cubanas como un gesto de la importancia que le da Madrid a las relaciones bilaterales, en un momento que La Habana vive horas bajas con la administración de Donald Trump en Washington.
De hecho, la visita de Sánchez llega una semana después de que el Departamento de Estado ampliase la lista de empresas cubanas con las que no pueden hacer negocios las compañías estadounidenses. Una de ellas es el lujoso Hotel Packard en La Habana, recientemente inaugurado por el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y gestionado por la empresa española Iberostar.
Con su visita, Sánchez se suma a una lista de mandatarios occidentales que comenzaron a visitar la isla desde que en 2014 los entonces presidentes de Cuba, Raúl Castro, y Estados Unidos, Barack Obama, anunciaran una histórica fase de deshielo.
El francés François Hollande, el italiano Matteo Renzi o el portugués Marcelo Rebelo de Sousa pasaron por la isla e incluso el propio Obama se convirtió en 2016 en el primer presidente estadounidense en visitar La Habana en 88 años
Por Guillermo Nova y Pablo Sanguinetti (dpa)