Bruselas, 15 nov (dpa) – ¿Qué es lo que se tendrá en cuenta en un futuro para los bancos en bancarrota? Desde hace meses los Estados de la Unión Europea debaten sobre las reglas para sanear los bancos en crisis o para cerrarlos. Todavía están lejos de conseguir un acuerdo.
Europa trabaja para construir una unión bancaria. Sin embargo, siempre se retrasa el mastodóntico proyecto. Un país se encuentra empeñado en frenar el proyecto: Alemania. No sólo por los reparos de Berlín con las reglas para salvar o desmantelar un banco en problemas, sino también, porque aún no hay un nuevo gobierno en Alemania después de las elecciones generales del pasado 22 de septiembre.
En un encuentro en Bruselas, los ministros de Finanzas de la UE buscaban hoy soluciones para los detalles más polémicos. Antes de finales de año se tendría que haber conseguido alcanzar un compromiso sobre el desmantelamiento de los bancos en crisis. Este mecanismo será la segunda columna vertebral de la unión bancaria, después el supervisor bancario ya aprobado. Con este proyecto la Unión Europea (UE) quiere crear un sector financiero más estable y proteger a los contribuyentes de la bancarrota de los maltrechos institutos.
¿Por qué depende actualmente todo de Alemania?
Porque ya han pasado más de siete semanas desde los comicios en el país y aún continúan en las negociaciones para lograr crear una coalición de gobierno. La Unión -formada por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel y la Unión Cristianosocial (CSU)- y su más que probable socio en el futuro gobierno, el Partido Socialdemócrata (SPD), no están de acuerdo en las medidas planteadas en la UE para desmantelar bancos en crisis.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, no puede tomar hoy en Bruselas ninguna decisión junto a sus colegas de la UE, porque el SPD no le ha dado plenos poderes, se comenta en los círculos diplomáticos cercanos a las negociaciones. No obstante, Schäuble afirma que el gobierno alemán «tiene plena capacidad para actuar», pero admite con la mirada puesta en el polémico tema de la recapitalización directa de los bancos que «naturalmente» no puede hablar sobre ello «en una fase en la que no se sabe quién formará el futuro gobierno en Alemania».
¿Qué punto es aún polémico en el mecanismo para desmantelar bancos?
La consolidación jurídica. Berlín demanda que se cree una base legal para el mecanismo de desmantelamiento de bancos. La Comisión Europea propuso en julio llevarlo a cabo al amparo del artículo 114 del tratado de la UE. Sin embargo, Schäuble aboga por una solución en dos pasos: en una primera etapa de transición esta función estaría en manos de los organismos naciones con sus fondos nacionales de reestructuración y después se llevaría a cabo una modificación del tratado.
¿Quién tendrá la última palabra a la hora de cerrar un banco?
La Comisión Europea exige ese derecho para sí misma. Mientras, el gobierno alemán alega que eso no es posible legalmente porque no se han modificado las bases legales y no está contemplado en los tratados de la UE. En su lugar, los Estados deberían ser los que decidieran cuándo un banco debe ser desmantelado y quién debe pagar por ello. El consejo europeo debe decidir. Los expertos sostienen, no obstante, que es difícil llevarlo a la práctica. Jörg Asmussen, miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), advirtió que las decisiones respecto a los bancos en crisis deberían poder tomarse rápidamente en un fin de semana. También se cuestiona sobre a qué bancos se aplicarán las reglas: sobre todos los 6.000 institutos bancarios de la eurozona o sólo sobre los 130 más grandes como defiende Alemania.
¿Está sola Alemania?
No. Suecia apoya las reticencias alemanas. «No podemos tener a la Comisión Europea como jugador y árbitro en el mismo partido», declaró el ministro de Finanzas sueco, Anders Borg. Bruselas decidiría sobre la ayuda estatal a los bancos y al mismo tiempo sobre el cierre de los mismos. Sin embargo, la mayoría de los países miembros de la UE (25 de 28) no comparten los reparos de los alemanes, de acuerdo a fuentes diplomáticas. No obstante, es indiscutible el apoyo de Berlín al proyecto de la unión bancaria. «No tengo duda alguna de que Alemania está implicada con la unión bancaria», afirmó el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso.
¿Cómo es el calendario?
Antes de finales de año deben alcanzar una solución sobre el saneamiento y cierre de los bancos que deberá comenzar en enero de 2015. También el ministro de Finanzas alemán mantiene este calendario. «Queremos a toda costa una solución para lograr un acuerdo político antes de finales de año. Es posible», declaró Schäuble.
¿Por qué es el desmantelamiento de los bancos tan importante?
Porque sino el organismo de supervisión bancario ya aprobado se tambaleará. Sin embargo, para que la supervisión sea capaz de trabajar debe ser posible también que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) pueda ayudar de manera directa a los bancos en crisis. El organismo de supervisión comandado por el BCE comenzará en noviembre de 2014.
¿Qué se ha acordado ya sobre todo este proyecto de la unión bancaria?
Los europeos han acordado ya que el rescate bancario no cueste ni un céntimo más a los contribuyentes, sino que recaiga sobre el sector privado en un primer lugar. El orden quedó establecido por los ministros de Finanzas de la UE en junio: los accionistas y los acreedores de préstamos están en el primer lugar a la hora de pagar. Después se acudirá a los depósitos no asegurados, donde los ahorradores con menos de 100.000 euros estarán protegidos. Si esto no es suficiente, deberán acudir a los fondos nacionales de rescate, a los que contribuyen los propios bancos. En Alemania existe un fondo de este tipo que cuenta con 1.300 millones de euros. Sólo en caso de emergencia se podrá recibir dinero de los contribuyentes a través del MEDE.
Por Mario Trimborn