El rehén de la mochila de los desamores me describía sus temores
Me hablaba de sus sueños y de sus deseos, todos con tiempos sin dueños…
Me susurraba con sus dedos pasajes de amor y otros entretenimientos
Pero no supo dejar de mirar atrás… y nos condeno una vez más…
Decía sentirse vacío, pero en sus espaldas mil kilos de dolor y reproches arrastraba
Amenazaba con irse para luego pedir que no le dejarán…
Me decía que no lo amaba mientras con sus lágrimas mi corazón destrozaba
En su jaula con puertas y ventanas solo era un rehén de la desidia…
Con sus palabras y sus letras creía haberme recuperado
Pero tras un día de felicidad de pronto recupero todo lo malo…
Su mochila es tan pesada, tan dañina y cansina que todo lo contamina
Y aunque su corazón sea bueno, su carcelero, el de la jaula con puertas, le corta sus alas y le devuelve al mundo de “no puedo”
Hablan de amores los que no saben de dolores
Llenan de letras bonitas los que viven sin sonrisas
Pero el rehén de la mochila, se hunde entre la arena del desierto que le rodea
Con lo fácil que hubiera sido, adiós mochila… hola vida mía…
Al final la culpa no fue tuya, siempre será mía.
G.Bernet