Palma, 4 dic (EFE).- El portavoz del grupo socialista en el Consell de Mallorca, Jaume Garau, ha denunciado que el departamento de Bienestar Social tiene parada la tramitación de 250 expedientes nuevos de Renta Mínima de Inserción, lo que supondría que «500 personas se queden sin cobrar la prestación esta Navidad».
Garau considera que es una situación «urgente y de alarma social» porque por cada titular de renta mínima hay dos personas afectadas, un hecho que se agrava teniendo en cuenta que de éstas, «un 65 % son mujeres con cargas familiares», ha informado el PSIB en un comunicado.
Según el grupo socialista, el Consell Mallorca justifica la dilación en la tramitación por la falta de presupuesto, motivo que Garau considera que no es válido porque «el Instituto de Asuntos Sociales termina cada ejercicio con superávit y por lo tanto es viable pagar los 180.000 euros que suponen estas nuevas peticiones de renta mínima».
Garau ha pedido a la consellera de Bienestar Social, Catalina Cirer, «que se ponga las pilas y pague a estas personas que ya están mal y que se verán en una situación deplorable esta Navidad».
En cuanto a la autorización de importar más residuos desde distintos países europeos a la isla, la portavoz adjunta del grupo socialista, Mercedes Garrido, ha asegurado que «quedan 6 meses de importación» y que cuando gobierne el PSIB se modificará el contrato con Tirme para que «Mallorca deje de ser el basurero de Europa».
Garrido ha avanzado que si Tirme importa todos los residuos a los que ha dado luz verde el Consell, «superaría el número de toneladas máximas autorizadas por el Govern balear».
La socialista ha pedido cordura a la consellera de Medio Ambiente, Catalina Soler, y que explique tanto a la oposición como a la ciudadanía todo el proceso, cuántas toneladas se importarán, cómo llegan y cómo se tratan.
La consellera socialista ha apuntado que traer residuos desde Europa sólo repercute en 6 euros por tonelada sobre la tarifa de incineración, lo que «supone unos pocos céntimos, si llega, para la factura de cada ciudadano y muchos de perjuicios para el medio ambiente».
Garrido considera «ridículo y una gran irresponsabilidad» que se estén importando residuos por el escaso beneficio que supone para el bolsillo de la ciudadanía.