Lima, 14 abr (dpa) – Aunque Siria, Venezuela y la corrupción fueron los temas centrales en la Cumbre de las Américas, el comercio también tuvo un espacio significativo para tres países: Estados Unidos, México y Canadá aprovecharon el evento en Lima para afinar detalles sobre la revisión del Nafta.
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, sostuvo reuniones bilaterales con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, y con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, en el último día de la Cumbre de las Américas en Lima. Todos coincideron en que hay avances considerables para llegar a un acuerdo final sobre el tratado.
«Las reuniones con México y Canadá fueron muy productivas. Me voy de esta cumbre con muchas esperanzas de que estamos muy cerca de alcanzar un Nafta renegociado que será un mejor acuerdo para el pueblo estadounidense», dijo Pence al terminar sus reuniones y comparecer ante la prensa.
En la misma línea se manifestaron México y Canadá. «Creo que queda claro que después de algunas semanas se ha visto un progreso en la negociación del Nafta», dijo Trudeau en conferencia de prensa. «Hemos avanzado de manera muy positiva en el tema de los automóviles, pero todavía quedan detalles por tratar».
Peña Nieto, aunque no habló directamente del Nafta (Tratado de Libre Comercio para América del Norte), dijo a Pence que el acuerdo mejora «la competitividad de la región» y crea más empleos, por lo que «reiteró la voluntad de alcanzar acuerdos lo más pronto posible», indicó la Presidencia mexicana.
El Nafta es un tema constante cuando se trata de cualquiera de los tres países norteamericanos. Vigente desde 1994, constituye el mayor acuerdo comercial del mundo y ha generado que se multiplique por cuatro el intercambio comercial entre los tres socios, hasta los 1,1 billones de dólares.
Sin embargo, Donald Trump lo puso en jaque al insistir en su renegociación y amenazar -en varias ocasiones- con salir de él si no se alcanzaba un nuevo Nafta que beneficie a Estados Unidos. El mandatario lo calificó como «desastre» y el «peor acuerdo del mundo» para Estados Unidos.
Las negociaciones empezaron en agosto y hasta el momento se realizaron ocho rondas que se alternaron entre ciudades de México, Canadá y Estados Unidos. Sin embargo, el avance ha sido lento y ha estado lleno de frenos por posturas encontradas y propuestas polémicas, estas últimas del lado estadounidense.
Pero en las últimas semanas el progreso en la revisión ha sido señalado por los tres países. Incluso se rumoreó que podría darse un anuncio formal en Lima, aunque lña ausencia de Trump y las declaraciones de las autoridades decartaron esa posibilidad.
Pese a ello, y aunque no está claro cuándo podría concluir el proceso de negociación, todos coinciden en que puede ser «pronto».
El secretario de Comercio estadounidense, wilbur Ross, dijo que no había una «fórmula mágica» para asegurar un acuerdo en mayo y que podría extenderse hasta diciembre, pero Pence ha deslizado la posibilidad de que no se tendría que esperar tanto.
Por Carmen Peña (dpa)