Estambul, 6 ene (dpa) – El grupo Estado Islámico en Irak y Siria (ISIS) surgió de un grupo terrorista fundado en 2003, a raíz de la invasión de Irak por las tropas internacionales, lideradas por Estados Unidos, para derrocar el régimen de Saddam Hussein.
El primer líder conocido de la organización sunita, que en sus primeros días se hacía llamar Unión para el Tawhid y la Yihad (algo así como «unión y guerra santa»), fue el jordano Abu Mussab al Zarkawi, conocido por sus atrocidades.
El grupo no sólo atacaba a soldados estadounidenses, sino que también extendía el terror mediante los ataques suicidas contra chiitas y cristianos.
El jordano Al Zarkawi murió en 2006 a manos del Ejército estadounidense y desde entonces siempre han sido iraquíes quienes han encabezado el grupo.
Entre 2008 y 2012 el grupo terrorista, que pasó a llamarse Estado Islámico de Mesopotamia, perdió poder e influencia, algo que cambió en 2013: al escalar la disputa entre el gobierno de mayoría chiita y los partidos sunitas, recuperó terreno.
Después, los terroristas aprovecharon la guerra civil siria para reclutar a nuevos combatientes y expandir su poder a algunas zonas de Siria. Su líder, Abu Bakr al Bagdadi, renombró el grupo como Estados Islámico en Irak y Siria.
Después llegó un enfrentamiento con los radicales islamistas del sirio Frente Al Nusra, que no querían someterse al dictado de Al Bagdadi.
El líder de la red internacional de Al Qaeda, Aiman al Zawahiri, ordenó entonces la operación separada de los dos grupos.
Se calcula que ISIS tiene más de 10.000 combatientes actualmente entre Irak y Siria, entre ellos muchos musulmanes sunitas llegados del Norte de África y los países del Golfo.
Muchas brigadas rebeldes en Siria aceptaron el ISIS en un comienzo, pero ahora en muchos lugares los rebeldes se movilizan contra la agrupación.