LAS VEGAS (dpa) – David Hasselhoff controlaba con la voz su coche fantástico en la serie de televisión «Knight Rider» e incluso en ocasiones el vehículo funcionaba sin piloto. Lo que en los años ’80 del siglo pasado era ciencia ficción ya no lo es, se está haciendo realidad según lo visto en el Consumer Electronics Show (CES) de Las Vegas.
En la feria de electrónica, las marcas y los proveedores mostraron por ejemplo que con el nuevo «smart-watch» (reloj inteligente) en la muñeca se pueden ver los kilómetros y la autonomía del vehículo eléctrico y que las «Google Glasses» se pueden conectar al sistema de navegación, así como seguir las rutas definidas previamente en la tableta.
Los sistemas de asistencia derivarán en un piloto automático que hará llegar al coche de forma segura a destino sin que actúe la mano humana. «Ya hoy en día el coche es una computadora móvil», dice Jen-Hsun Huang, presidente de la firma de software Nvidia. «Y con los nuevos superprocesadores, funciones futuristas que sólo creíamos posibles en los sueños dejarán de ser de ciencia ficción», agregó.
Las novedades tecnológicas se irán probando en los prototipos, como se vio en Las Vegas. Audi, por ejemplo, mostró ya el aparcamiento autónomo, que debe ser producido en serie en los próximos dos o tres años, según la compañía. También mostró Audi un asistente de atasco completamente autónomo que hará que el piloto del nuevo A8 dentro de dos años se pueda tomar una pausa hasta velocidades de 60 km/h. No tendrá que tocar el volante, el acelerador ni el freno.
El i3 de BMW maniobra por sí solo en los huecos de los aparcamientos, para lo que el conductor sólo deberá apretar un botón. También la Serie 2 introducirá significativas ayudas. Con ello la marca pretende preparar sus modelos para responder ante situaciones críticas y ayudar a generar nuevos sistemas de asistencia.
Además de la creciente automatización de las funciones de conducción y de la cada vez más estrecha relación con el mundo digital, en Las Vegas se vieron nuevos conceptos de indicación: Kia, por ejemplo, demuestra cómo el coche del mañana podrá reconocer gestos. Sólo con una señal ante una cámara situada frente a los ojos el piloto podrá cambiar de programa musical, por ejemplo.
Audi mostró también un instrumento combinado digital con un grafismo tan detallado que hace que un segundo monitor para «infotainment» resulte superfluo. La tableta hace las veces de pantalla de «infotainment» y de mando a distancia.
Mercedes aún quiere suprimir más pasos y prever automáticamente los deseos del conductor, por lo que los coches están aprendiendo rutinas típicas y patrones de comportamiento de los pasajeros, de los que deducen el destino, el gusto musical o la temperatura deseada, según el director de investigación de la marca, Thomas Weber.
«No habrá que esperar mucho», anticipa Weber, que cree que en pocos años esos sistemas estarán disponibles de serie. Audi prevé su nuevo cockpit digitalizado ya este año en el nuevo TT, y la tableta propia llegará con la nueva variante del Q7 en 2015. Kia de momento no da fechas para sus nuevos sistemas.
La industria automotriz aún se mueve por terreno desconocido entre especialistas de hardware y software, compañías telefónicas y de Internet. «Pero el equipamiento electrónico en un coche y las exigencias digitales de los clientes son tan amplias que no nos preocupa», dice un portavoz de Audi.
Por Thomas Geiger