Múnich, 11 dic (dpa) – Y de repente, el mundo color de rosa en que el vive instalado el Bayern Múnich se enturbió. Sin embargo, la primera derrota en meses, tercera en todo 2013, parece ser insuficiente para que salten las alarmas en el club alemán.
«El ser humano que llevamos adentro salió a la luz», admitió el internacional germano Thomas Müller el sentimiento generalizado del Bayern tras la derrota en casa por 3-2 ante el Manchester City.
El revés del martes casi le cuesta la primera plaza de Grupo D en la Liga de Campeones al conjunto de Josep Guardiola, aunque un día después el presidente de la entidad suavizara hasta el límite las consecuencias.
«Para ser honestos, me alegra de que por fin se termine esta caza eterna de récords y que se pueda volver a jugar fútbol de forma normal. Es bueno que todo se normalice», comentó hoy el presidente del club, Uli Hoeness.
«Pero seguimos siendo primeros, eso es lo positivo», quiso buscarle la vuelta Hoeness al resultado de un choque en el que los de Guardiola regalaron una ventaja de 2-0 y acabaron muy nerviosos.
Tuvieron suerte y la ayuda del técnico Manuel Pellegrini, que calculó mal y cambió a una táctica defensiva tras el 3-2. Un gol más en contra hubiera costado el liderato del grupo y despertado reacciones más duras.
También Guardiola fue magnánimo. El técnico estrella aprovechó el resultado para advertir que los triunfos del Bayern no tienen que ser vistos como una especie de ley natural.
«Quizá este club, este entrenador y este equipo necesitemos una derrota para saber lo difícil que es ganar partidos, en la Bundesliga y en Europa», señaló el ex técnico del Barcelona, protagonista del mejor arranque de la historia en la Liga alemana.
El entrenador español, que ya vivió un revés con el Bayern en la final de la Supercopa alemana ante el Borussia Dortmund (4-2), dijo que había sido una lección para los jugadores. «Tenemos que entender lo difícil que es salir ganador, especialmente en Europa».
También Karl-Heinz Rummenigge, presidente de la junta directiva del club bávaro, llamó a «aprender ciertas lecciones» de lo ocurrido en el Allianz Arena ante la propia hinchada.
Thomas Müller (5′) y Mario Götze (12′) golpearon al ManCity en un comienzo furioso, pero después, el equipo «se olvidó de dar el nocaut al boxeador tambaleante», comentó el dirigente.
David Silva (28′), Aleksandar Kolarov (59’/penal) y James Milner (62′) dieron vuelta el partido. Tras el triunfo de 3-1 en la ida, el Bayern se puso por delante del plantel inglés y defendió la punta del grupo que le ahorra choques con rivales de la talla del Real Madrid o el Manchester United.
¿Y qué más ocurrió? «Nada, salvo que se acabaron las plusmarcas», sentenció Müller. El portero Manuel Neuer dejó el campo con una media sonrisa y recordó que la derrota ante un equipo inglés era un buen presagio para la defensa del título.
«Contra Arsenal también perdimos y después ganamos la Champions», dijo en alusión al 2-0 encajado en marzo.
ManCity, Arsenal y la final perdida en los penales ante el Chelsea en 2012: los tres últimos reveses en casa los padeció el Bayern ante equipos de la Premier League.
Pero la derrota del martes corrió por cuenta de los germanos. «No tengo idea de lo que pasó», comentó Franck Ribéry, que corrió y buscó infructuosamente el gol.
«Todos los goles que recibimos podrían haber sido evitados, pero no fue el partido más importante», se consoló Neuer.
Toni Kroos opinó que no hubo necesidad de recibir una señal de advertencia: «Nadie nos tiene que bajar a la tierra. Es una tontería».
Las consecuencias las podría pagar el Hamburgo, al que el Bayern humilló por 9-2 a finales de marzo. «Tenemos que ganar y queremos ganar porque queremos ir al receso como campeones de invierno», llamó al ataque Rummenigge.
Por Klaus Bergmann y Christian Kunz