Durante 2020, además de conocer una pandemia que ha cambiado el mundo entero tal y como lo conocemos, también hemos podido ser testigos del aumento de un fenómeno bastante peculiar. Las compras online se dispararon a lo largo del pasado año, impulsando principalmente a e-commerces como Amazon, que registraba una facturación histórica y lideraba este cambio en cuanto a tendencias de consumo.
Ahora, los compradores se lanzan antes a internet que a las tiendas tradicionales. De hecho, como bien explican en Noticia al día, durante el comienzo del presente 2021, muchos han podido capear el mal tiempo de la cuesta de enero aprovechando las bondades de internet a la hora de comprar. Sí, han afrontado el gasto con más gasto, pero con uno más inteligente.
En cierto sentido, es lógico que hayan optado por esta nueva forma de comprar. Cada comienzo de año, al igual que cada verano, comienza una época de rebajas en la que las tiendas de todos los sectores bajan sus precios para fomentar sus ventas. Los consumidores vienen de unas navidades que este año han sido más extrañas que nunca, han podido recortar también los gastos típicos de las festividadeds, y han tenido más fondos para poder gastar en el primer mes del año.
Pero lo cierto es que las ventas online siguen creciendo, y no parecen tener intención de parar. ¿A qué se debe este auge imparable? ¿Se está construyendo un nuevo paradigma en cuanto a hábitos de compra? Lo cierto es que sí. El comercio online llegó hace no mucho, pero poco a poco se ha ido extendiendo y es, a día de hoy, uno de los lugares favoritos de los consumidores que ya se han habituado a internet.
De hecho, muchos ya hablan de ello como el nuevo pasatiempoo favorito de los usuarios. Sea porque quieren comprar realmente, o porque simplemente quieren echar un vistazo a catálogos para dejar cosas apuntadas de cara a posibles rebajas. Sea por las razones que sea, cada vez se pasa más tiempo en los catálogos de tiendas online.
Ahora «irse de tiendas» tiene otro sentido
Hasta la fecha, resultaba normal reunirse con amistades y acudir a algún centro comercial para echar un vistazo a lo que había en los escaparates y en las tiendas. Visitar un par de establecimientos de ropa, alguna juguetería, ojear lo que había en el supermercado, visitar una zapatería o incluso sondear alguna tienda de videojuegos. Son pequeños paseos que se habían convertido en hábitos ideales para pasar el tiempo en alguna que otra tarde aburrida.
Pero las circunstancias cambian, y con las medidas de seguridad, los cierres y todo lo que tiene que ver con la pandemia, irse de tiendas o irse de compras ya no es como era. Ahora, se sigue haciendo, pero en lugar de acudiendo a un establecimiento físico, acudiendo a los catálogos online de cualquier tienda. Personas que han cambiado el paseo por los pasillo del Carrefour por un vistazo al catálogo de Carrefour por internet, que ya no acuden a las tiendas de siempre porque lo hacen a través de su smartphone.
Es un cambio totalmente lógico y entendible. Las circunstancias no invitan a salir a pasear, se exige responsabilidad individual y se tienen facilidades para buscar alternativas más seguras, cómodas y rápidas. Ahora solo tienes que coger el teléfono o tu PC, incluso puedes quedar con amigos haciendo una videollamada e ir comentando lo que se ve en los catálogos sin problema alguno.
Es «irse de tiendas», pero a través de internet, y cada vez se está haciendo más. Por eso está aumentando el tráfico en estos portales y también las ventas. Puede que sea un fenómeno puntual y que, cuando vuelva la normalidad, esta tendencia se desvanezca, pero es más que probable que muchos mantengan este nuevo hábito. Ya se ha convertido en un pasatiempo más del que disfrutar.
Porque también hay quienes lo hacen a diario, por mero aburrimiento. Acuden a sus tiendas favoritas, echan un vistazo a ver si ha entrad algo nuevo al catálogo, comprueban si se avecinan rebajas e incluso guardan las cosas más interesantes en el carro de compra por si hay alguna rebaja de precio en el futuro. Y eso, por no mencionar los correos que informan de promociones personalizados, grandes alicientes para entrar en estas tiendas incluso sin haberlo planeado.
Sea como fuere, el comercio online se ha convertido en el comercio más seguro y, aunque se pierda la calidez del trato directo y se cambie por la frialdad de la pantalla, sigue siendo la opción que más protege a los consumidores frente a los riesgos de situaciones que antes eran normales. A eso, por supuesto, hay que sumar la comodidad que ofrecen las tiendas online, precios muy competitivos y esa disponibilidad absoluta. Ventajas que refuerzan su posición y que nos recuerdan que internet llegó en el momento más adecuado.