La Malbaie (Canadá), 8 jun (dpa) – La cumbre de dos días de siete de las naciones más industrializadas comenzó hoy en la ciudad canadiense de La Malbaie en un tono de inusual confrontación entre el presidente Donald Trump y sus aliados tradicionales.
Poco antes de viajar a Canadá, Donald Trump insistió en que viajaba para exigir trato justo en el comercio hacia su país, un tema que lo enfrentó en las últimas horas con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, que adoptó un tono inusualmente duro, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Trudeau recibió a los líderes del Grupo de los Siete (G7) en la terraza San Lorenzo del lujoso hotel sede, situado a unos 140 kilómetros de Quebec. El grupo está formado por los líderes de Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.
Acompañado por su esposa Sophie, Trudeau fue saludando uno a uno a sus invitados con el río San Lorenzo y las montañas como paisaje de fondo.
Entre los presentes están la canciller alemana Angela Merkel y Trump, que estuvieron lado a lado en la foto de familia de inicio del encuentro y se quedaron después conversando unos minutos.
Antes hubo varias reuniones bilaterales, entre ellas una de Trump con Macron, que tuiteó después un video donde se les ve conversando en un sofá, con la frase: «Buscando la conversación. Participar, mantener el diálogo vivo, ahora y siempre».
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, dijo que el tema que más le preocupa es que el orden internacional basado en reglas está siendo desafiado y «bastante sorprendentemente, no por los sospechosos habituales, sino por su principal arquitecto y garante: Estados Unidos».
«Quizás deberíamos formular un nuevo eslogan para nosotros hoy: trans-atlantistas de todos los países, uníos», expresó, en referencia a la cooperación transatlántica de posguerra forjada entre Estados Unidos y Europa.
La cumbre concluirá mañana y está centrada en la pugna que mantienen la Unión Europea (UE) y Canadá contra Trump por la imposición de aranceles al acero y el aluminio por parte de Estados Unidos alegando razones de seguridad nacional.
Otros temas son la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear de Irán y los temas propios de la agenda oficial, en la que figuran asuntos como equidad de género, economía incluyente y océanos.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, participará mañana en la segunda parte de la cumbre, como invitado especial debido a que Argentina preside actualmente el Grupo de los Veinte (G20).
El presidente estadounidense, que se irá el sábado antes del final de la cumbre para viajar a Singapur para una cumbre con Corea del Norte, agregó hoy un nuevo elemento de conflicto, al decir que quiere que el G7 vuelva a convertirse en el G8 con la inclusión de Rusia.
Moscú fue expulsado del grupo tras la anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014.
«Rusia debería sentarse a la mesa de negociaciones», dijo Trump en Washington antes de partir a la cumbre del grupo en Canadá. Esa posibilidad es rechazada, entre otros países, por Alemania y Canadá.
Cientos de personas protestaron en la ciudad de Quebec contra la cumbre del G7, con carteles que decían «el G7 no nos representa». Los manifestantes gritaron también eslóganes como «¡No a las deportaciones! ¡Abran las fronteras!».
En la cumbre están también el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, así como representantes de organismos internacionales y líderes de 12 países invitados, entre ellos Macri.
Entre 8.000 y 9.000 policías participan en el operativo de seguridad en La Malbaie y en Quebec.
Trump dijo que en La Malbaie defenderá los intereses de Estados Unidos y recordó antes de viajar que su país tiene un déficit de 151.000 millones de dólares con la UE y que el bloque también le pone barreras.
«Por favor, díganle al primer minstro Trudeau y al presidente Macron que le están imponiendo a Estados Unidos aranceles masivos y creando barreras no monetarias», escribió.
No debemos descartar un acuerdo 6+1″, había dicho antes Macron, en lo que se presenta como el escenario más probable: que no haya al final de la cumbre un acuerdo con Estados Unidos alrededor de una declaración conjunta y que Estados Unidos termine marginándose del documento final.
Por Andrea Sosa Cabrios (dpa)