Berlín, 15 jun (dpa) – Las discrepancias sobre la gestión de los refugiados entre el ministro de Interior, Horst Seehofer, y la canciller Angela Merkel amenazan con resquebrajar el Gobierno alemán apenas tres meses después de haber logrado formar una alianza con los socialdemócratas.
El líder de la Unión Cristianosocial (CSU) planea aplicar unilateralmente su nuevo plan de asilo para Alemania una vez reciba el apoyo de su partido el lunes, en Múnich. A continuación cinco claves que explican la grave crisis del Gobierno alemán.
¿Cómo se ha llegado a esta situación?
La decisión de Merkel de abrir las fronteras en plena crisis migratoria provocó que solo en 2015 llegaran aproximadamente 900.000 solicitantes de asilo creando una situación sin precedentes en el país. Desde entonces, han llegado casi medio millón más y el Gobierno alemán se afana por buscar una solución ante el descontento creciente de la población, que quedó reflejado en las pasadas elecciones generales de septiembre, en las que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) salió elegida tercera fuerza política del país gracias a un mensaje xenófobo y antiislamista.
Sin embargo, mientras Merkel reclama una solución consensuada a nivel europeo, Seehofer, líder del partido que reina el próspero y conservador «Land» de Baviera, por donde entran principalmente los solicitantes de asilo, reclama rechazar inmediatamente en la frontera alemana a los refugiados que ya estén registrados en otros países de la UE en base a que, según el Acuerdo de Dublín, deben pedir asilo en el país que pisan por primera vez, algo a lo que se opone Merkel para no sobrecargar a los países periféricos.
¿Puede actuar Seehofer sin el apoyo de Merkel ?
Seehofer amenaza con actuar de manera independiente sin el apoyo de Merkel si es necesario valiéndose, según dice, de su poder ministerial. Sin embargo, la ley alemana establece que si bien cada ministro puede dirigir su cartera de manera independiente, bajo su propia responsabilidad debe tomar decisiones dentro del marco político establecido por la canciller, que es la responsable de fijar las directrices políticas para el país.
¿Qué puede suceder?
Que Seehofer dé marcha atrás y decida volver a la mesa de negociación con sus aliados o si a pesar de todo decide seguir adelante con sus planes, esto supondrá de facto el fin del Gobierno alemán. Merkel podrá entonces presentar una propuesta vinculante al presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, para que retire el ministerio al líder de la CSU. Esto resquebrajaría la histórica alianza política entre la CDU y la CSU bajo el nombre de la Unión y provocaría elecciones anticipadas en el país, apenas tres meses después de lograr una alianza de Gobierno con los socialdemócratas tras unas arduas negociaciones.
Otra opción sería que antes de llegar tan lejos, Merkel se someta a una moción de confianza en el Parlamento alemán sobre su gestión de refugiados.
¿Qué hay detrás de esta postura de la CSU?
Baviera, principal puerta de acceso de los solicitantes de asilo a Alemania, celebra elecciones el próximo 14 de octubre. Con la mirada puesta en esta cita, la CSU quiere actuar con mano dura en la cuestión migratoria para evitar que la ultraderechista AfD capitalice el descontento popular sobre los refugiados a su favor, como ya hizo en las generales de septiembre. Esta fue la principal motivación que llevó a Seehofer a exigir el Ministerio de Interior como condición para dar luz verde al Gobierno de coalición.
¿Qué pasará si Merkel cede ante la presión de Seehofer y decide frenar a los refugiados en su frontera?
Si Alemania decide devolver a los refugiados a los países donde fueron registrados por primera vez en Europa, esto podría lastrar especialmente a los países situados en las fronteras exteriores de la UE, como Italia, Grecia, España o Malta, que llevan tiempo reclamando un reparto vinculante de migrantes entre todas las naciones. También podría empujar a estos países a decidir no registrar a los solicitantes de asilo para evitar que se los devuelvan.
Por Almudena de Cabo (dpa)