Categoría: Actualidad

  • El Ejército israelí detiene a una niña palestina de 15 años

    El Ejército israelí detiene a una niña palestina de 15 años

    fotonoticia_20151206155231_800Jóvenes palestinos se han enfrentado con las fuerzas de seguridad israelíes en el barrio de Silwan, en Jerusalén Este, tras la detención de una niña palestina de 15 años que supuestamente portaba un cuchillo.

    Un portavoz del Centro de Información de Wadi Helwa, Yawad Seyam, ha informado de que la joven, Manar Majdi Shweki, fue detenida tras el hallazgo de un arma blanca durante un registro, aunque no se sabe por qué fue investigada.

    Otros jóvenes palestinos grabaron con sus teléfonos móviles el registro y su detención, pero efectivos israelíes se incautaron de estos aparatos, lo que desencadenó los disturbios. Un joven ha resultado herido por metralla tras la explosión de una granada aturdidora.

    El barrio de Silwan está justo al sur de la Explanada de las Mezquitas, centro histórico de Jerusalén que se disputan tanto israelíes como palestinos. Israel ocupó en 1967 Jerusalén Este y el resto de Cisjordania y ha impulsado desde entonces una política de colonización con población judía.

  • Netanyahu considera “escandalosas” las declaraciones de Margot Wallström

    Netanyahu considera “escandalosas” las declaraciones de Margot Wallström

    fotonoticia_20151206131731_800El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha calificado de «escandalosas» las recientes declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores de Suecia, Margot Wallström, quien denunció tanto los ataques con arma blanca de árabes como la respuesta «desproporcionada» por la que muchos de estos asaltantes mueren en lo que calificó de «asesinatos extrajudiciales».

    «Al parecer, (Wallström) espera que los israelíes presten el cuello a quienes quieren apuñalarles. Eso no va a ocurrir. Vamos a seguir protegiendo las vidas de los ciudadanos israelíes», ha afirmado Netanyahu durante el Consejo de Ministros semanal, celebrado este domingo.

    El mandatario israelí también ha respondido al secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y ha asegurado que «Israel no será un Estado binacional». Kerry afirmó el sábado durante un discurso que Israel debe evitar que los palestinos con ciudadanía israelí se conviertan en ciudadanos de segunda.

    «Lo cierto es que muchos de los que atacan a la Autoridad Palestina simplemente no creen en dos Estados (…). ¿Cómo va a mantener Israel su carácter judío y democrático cuando desde el río al mar ni siquiera haya una mayoría judía?», se preguntó Kerry durante un acto en Washington.

    «¿Los millones de palestinos tendrán los derechos fundamentales de los ciudadanos israelíes, incluido el derecho a votar? ¿O quedarán permanentemente relegados a ser una subclase», añadió.

    Ante estas palabras, Netanyahu ha sido meridiano. «Quiero dejar claro que Israel no será un Estado binacional, sino que para que haya paz la otra parte debe decidir que quiere la paz. Desgraciadamente eso no es lo que vemos», ha argumentado. Por el contrario, según Netanyahu, la Autoridad Palestina sigue hostigando e incitando a la violencia contra Israel, una postura que «debe acabar».

    Así, ha recordado que el negociador jefe de la Autoridad Palestina, Saeb Erekat, llamó el sábado para trasladar sus condolencias a la familia de Mazen Aribá, un agente de los servicios secretos palestinos que murió por disparos de militares israelíes después de que abriera fuego e hiriera a dos israelíes el jueves en la región de Jerusalén.

    Netanyahu ha denunciado que Erekat no solo no condena los atentados terroristas, sino que llama a la familia del terrorista y «apoya y anima los actos terroristas».

  • Elecciones locales en Francia, Hollande y el socialismo se la juegan

    Elecciones locales en Francia, Hollande y el socialismo se la juegan

    fotonoticia_20151206130307_800El presidente de Francia, François Hollande, ha depositado ya su voto para las elecciones locales a los gobiernos de las 13 regiones en las que quedará redistribuido el país a partir del próximo 1 de enero, en un cita que servirá para medir el respaldo popular a unos grandes partidos marcados en el último mes por sus diferentes reacciones a los atentados del 13-N en París.

    Hollande depositó su papeleta en un colegio electoral de Tulle (Corrèze) poco después de las 09.30 horas de la mañana, como estaba previsto.

    A LA SOMBRA DE LOS ATAQUES

    La cadena de ataques perpetrada el 13 de noviembre en la capital gala por el grupo terrorista Estado Islámico ha monopolizado el debate político reciente. Las discusiones sobre seguridad, libertad y política exterior, entre otras cuestiones, se han prolongado durante las últimas semanas y han tapado otros debates de índole más local.

    Aún bajo estado de emergencia, Francia celebrará este domingo la primera vuelta de las elecciones regionales -la segunda ronda tendría lugar el 13 de diciembre–. En juego está no sólo el poder político de 13 territorios, sino la victoria en el particular pulso que han venido echando durante años los tres grandes partidos.

    En 2012, ocho de las 13 nuevas divisiones territoriales se inclinaron a favor de los socialistas, una hegemonía que parece difícil de mantener en vista de las encuestas. El Partido Socialista ha visto cómo su popularidad ha caído al mismo ritmo que la de su líder, el presidente francés, François Hollande.

    Sin embargo, la respuesta del Gobierno a los atentados ha favorecido la imagen de Hollande y, por extensión, la de su partido, que tiene ante sí el reto de contener el crecimiento de la derecha en sus dos vertientes.

    Por un lado, el expresidente Nicolas Sarkozy quiere reconquistar las cuotas de poder logradas con la Unión por un Movimiento Popular (UMP) bajo sus nuevas siglas: Los Republicanos. Por otro, el ultraderechista Frente Nacional, con Marine Le Pen al frente, quiere consolidarse como alternativa, especialmente de cara a las elecciones de 2017.

    LOS REPUBLICANOS Y FN, FAVORITOS

    Los Republicanos y el Frente Nacional figuran como favoritos en los sondeos, si bien en la práctica el sistema electoral francés tiende a favorecer a los partidos más moderados. La ultraderecha tiene algunos retos clave como Provenza-Alpes-Costa Azul y Norte-Paso de Calais-Picardía, donde recientes encuestas le sitúan con opciones de gobernar, y Le Pen apuntó el jueves que tienen posibilidades en «cuatro o cinco regiones».

    Sarkozy ya ha advertido de que no pactará con los socialistas para frenar al Frente Nacional, de tal forma que ha descartado el conocido como ‘frente republicano’ de cara a hipotéticas segundas vueltas. «No tengo nada que ver con el Frente Nacional pero también me enfrento con las políticas de los socialistas», alegó esta semana a Europe1.

    El Partido Socialista, entretanto, sí ha sugerido que será necesario hacer «todo lo posible» –en palabras del primer ministro, Manuel Valls– para mantener lejos del poder al partido de Le Pen, algo que también han planteado opciones centristas como el Movimiento Demócrata (MoDem) de François Bayrou.

    Pase lo que pase, todos los analistas coinciden en pronosticar para el Frente Nacional un resultado sin precedentes en las que serán las últimas elecciones a nivel nacional antes de las presidenciales de 2017

    RECONFIGURACIÓN

    Al margen de la habitual discusión política, estas elecciones incluyen también el aliciente de la novedad administrativa, ya que Francia inaugurará un nuevo mapa regional a partir del próximo 1 de enero, cuando pasará de las actuales 22 regiones metropolitanas a 13 –territorios de ultramar aparte– con mayores competencias.

    Así se aprobó en diciembre de 2014, tras medio año de intensos debates y con los socialistas como principales y casi únicos valedores. Hollande hizo de este cambio una de las grandes promesas de su mandato, aunque Sarkozy ya ha sugerido que tratará de modificar la reforma si su partido vuelve al poder.

    Las nuevas regiones, más pequeñas que los ‘lander’ alemanes, supervisarán principalmente temas educativos y de transporte, a partir de unos presupuestos que serán elaborados con impuestos propios y con desembolsos del Gobierno central. El Ejecutivo aspira a lograr un ahorro que algunas fuentes cuantifican en 10.000 millones durante los próximos años.