LOS ÁNGELES (dpa) – En tiempos de escasez de ideas originales, Hollywood siempre ha tenido buen ojo para explotar la actualidad y trasladar a la pantalla un fragmento de la realidad con las necesarias dosis de ficción, algo que con en el caso de “Captain Phillips” se cumple a rajatabla.
Ayuda, y mucho, eso sí, el hecho de que a los mandos anden dos tipos como Paul Greengrass en la dirección y Tom Hanks como protagonista de la contienda, porque el producto sube de calidad de forma automática. De lo contrario, resultaría difícil sacar adelante una historia sobre un secuestro en alta mar a manos de piratas somalíes. Otros con más ganas y ambición lo han intentado y se han quedado en el camino, en un tipo de violencia que ya ha generado algunos títulos en la industria del cine.
Los piratas somalíes de Greengrass no sólo tienen todo el aspecto de dar mucho juego en taquilla a pocos días de su estreno a nivel global, sino que además han empezado con muy buen pie entre los críticos, que han entendido la cinta como un drama a caballo entre el filme y el documental, teniendo en cuenta que está basada en hechos reales.
La historia en principio es sencilla, centrada en el capitán Tom Phillips (Hanks) y en el ataque que sufrió en 2009 su carguero, el Maersk Alabama. Basada en un guión de Bill Ray, después las cosas se van complicando con la capacidad de resistencia del capitán y su tripulación.
Hanks, que en la actualidad protagoniza una obra de teatro en Broadway, tuvo la oportunidad de conocer personalmente al protagonista de la aventura y entender su clase de heroísmo, que, por supuesto, encontró fascinante. «Un héroe es alguien que voluntariamente camina hacia lo desconocido», explicaba el actor de 57 años a la revista «Parade».
Para Hanks, lo bueno de la historia después de escucharla de oídos de Phillips en su casa de Vermont en marzo de 2012, es que está desprovista del romanticismo de los guiones de Hollywood, ajustado en la medida de lo posible a la historia real. En opinión del protagonista de «Castaway», existe una conexión con «Apollo 13» por ese componente orgánico del guión, sin desviarse demasiado del camino original y centrado en el heroísmo ya legendario de Phillips.
«No todo el mundo habría estado a la altura de las circunstancias. Alguna gente es cobarde», explica el actor. «Por porcentajes, yo diría que un tercio son cobardes, otro tercio son villanos y los restantes héroes. Ahora, un cobarde y un villano pueden elegir ser héroes, pero tiene que tomar esa decisión».
Aunque la acción está centrada en el creciente movimiento de piratas somalíes, Greengrass y Hanks eran conscientes antes de acometer el proyecto de que el peligro en aguas internacionales está en varias partes del planeta. «Siempre le dije a mi tripulación que no es una cuestión de dónde, sino de cuándo», explica el propio capitán Phillips en una entrevista hablando de los piratas en Malasia, Vietnam o Filipinas. «En realidad, están en todas partes».
Esa parte genuina de la personalidad del capitán ha significado el mayor reto para Hanks a la hora de meterse en el personaje y de no exagerar ni alterar demasiado su personalidad. «Ya sabes que vas a hacer cosas que en realidad nunca se dijeron o ir a lugares en los que nunca ha estado el personaje en la vida real, pero la clave es no perder la esencia de quién es la persona que estás tratando de encarnar».
De acuerdo a la crítica, Hanks ha vuelto a firmar un brillante ejercicio de interpretación, otra notoria cinta para añadir a su ya excelsa colección.