(dpa) – Apple presenta su cuarta generación de iPad Pro en plena crisis por el nuevo coronavirus, por lo que la presentación en California fue sustituida por un vídeo que muestra las novedades de un dispositivo dispuesto a competir con los ordenadores portátiles.
La primera característica externa que distingue a los dos nuevos modelos de iPad Pro, con pantallas de 11 o 12,9 pulgadas, es su nuevo sistema de cámara, que consiste en una lente gran angular (12 megapíxeles y apertura ƒ/1.8) y una lente ultra gran angular (10 megapíxeles y apertura ƒ/2.4).
Este sistema permite la grabación de vídeo con una resolución 4K (3840×2160 píxeles) a 60 fotogramas por segundo. Sin embargo, el nuevo iPad Pro carece de teleobjetivo.
Un sensor especial para tareas especiales
Lo verdaderamente novedoso es su escáner LiDAR, situado en la parte posterior, del que no dispone ni siquiera el mejor de los iPhone de Apple. El LiDAR («Light Detection and Ranging») es un sistema óptico de medición de la distancia y la velocidad similar al radar.
El LiDAR es conocido por su utilización en la conducción autónoma de coches o aspiradores robot. La compleja tecnología de este sistema de medición busca la mejora de la precisión y la velocidad de las aplicaciones de realidad aumentada (AR).
El iPad Pro es capaz de captar los elementos de su entorno con mayor precisión, por lo que los objetos virtuales de una habitación se ven con mayor realismo.
En las pruebas realizadas, esta funcionalidad es impresionante. La tecnología de cámara simple hacía que los objetos de realidad virtual flotasen sobre el suelo, ofreciendo una imagen poco realista.
La tecnología LiDAR tiene potencial, ya que tanto diseñadores de interiores como profesionales de la reforma podrían utilizar pronto esta tableta como herramienta habitual.
El procesador A12Z ofrece una gran potencia
El chip del nuevo iPad Pro, denominado A12Z, permite mayor precisión en el posicionamiento de objetos en el espacio, pero también gran calidad en los juegos, que necesitan un rendimiento gráfico sin problemas durante su habitual uso intensivo.
Además, al contar con un procesador de gráficos de ocho núcleos, el nuevo modelo promete un rendimiento significativamente mayor que el de los chips A10X y A12X con que contaban sus predecesores.
Apple está acercando la brecha entre tabletas y ordenadores portátiles gracias a su nuevo trackpad. Al mover el dedo sobre él, el puntero permite resaltar elementos de la interfaz de usuario.
Esta función no solo maneja un cursor en la pantalla en los documentos de texto, sino que en la vista general de la aplicación, un pequeño círculo redondo muestra la ubicación del dedo virtual en todo momento.
En mayo, también habrá una nueva versión del teclado «Magic Keyboard» para el nuevo iPad de Apple, que incorporará un trackpad.
Mejora en el trabajo con textos y tablas
La comodidad de trabajo con este iPad Pro es notable, ya que por ejemplo es mucho más fácil editar textos u hojas de cálculo con el ratón o el trackpad, lo que facilitaría prescindir de un portátil.
Cada vez más programas específicos, como los desarrollados por SAP para gestionar sistemas financieros y de logística, están disponibles para el sistema operativo de los iPad.
La correspondiente actualización del software de Apple también permitiría que los iPad Pro de la anterior generación sean compatibles con el nuevo sistema de trackpads.
Esta evolución sitúa al iPad Pro más cerca del concepto que encarnan las tabletas con sistema operativo Windows, como la Surface Pro 7. Sin embargo, el amplio surtido de aplicaciones de realidad aumentada todavía será exclusivo de los iPad Pro.
El nuevo iPad Pro de 11 pulgadas contará con una memoria que duplica la de su versión anterior, con 128 gigabytes, y se podrá adquirir desde 879 euros, mientras que la versión de 12,9 pulgadas saldrá al mercado a partir de 1.099 euros (970 y 1.212 dólares, respectivamente).
La conexión LTE supone un incremento de 170 euros en el precio. Y si se quiere más memoria en el dispositivo, hay que pagarla. La versión de 256 GB cuesta 110 euros más, en la de 512 GB hay que sumar 330 euros, y la de un terabyte son 550 euros más.
Por Christoph Dernbach (dpa)