Madrid, 17 dic (dpa) – 2013 no había hecho más que arrancar cuando, el 8 de enero, una noticia sacudía el panorama musical: David Bowie regalaba a sus fans su primer single en una década, coincidiendo con su 66 cumpleaños. Llevaba por título «Where Are We Now?» y no era un mero capricho de un día: el rey del glam rock volvía a la carga.
BOWIE acallaba de golpe los rumores sobre sus supuestos problemas de salud lanzando «The Next Day», un potente disco de 14 temas y tres bonus tracks realizado a lo largo de dos años en el más estricto secretismo. «El regreso más excepcional de la historia del rock» fue la coletilla que medios de todo el mundo repetían sin cesar.
Ecléctico y astuto como pocos, el Delgado Duque Blanco recuperaba el sonido de sus éxitos berlineses de los 70 con sencillos como la guitarrera «The Stars (Are Out Tonight)», en cuyo videoclip fichaba a Tilda Swinton, y hacía coincidir el lanzamiento de su disco -¿casualidad?- con la gran retrospectiva que le dedicó el museo Victoria & Albert de Londres.
Con todo, el de Bowie no fue el único «comeback» sonado de 2013: el mismo mes de marzo que salía a la venta «The Next Day» llegaba a las discográficas «The 20/20 Experience», un álbum más maduro con el que JUSTIN TIMBERLAKE debutaba en el número uno de la Billboard estadounidense tras una pausa de casi siete años dedicado a su faceta como actor.
Su tercer disco de estudio, de estilo neo soul, fue «una rareza en el panorama pop de 2013: un ‘blockbuster’ experimental», sentenciaba la revista «Rolling Stone». En septiembre llegaría la segunda entrega y, entre tanto, una gira junto al rapero Jay-Z -que colabora en su single «Suit & Tie»-, otra en solitario y unas cifras de ventas que sitúan «The 20/20 Experience» como el álbum más vendido del año en todo el mundo.
Timberlake incluso llegó a hacer lo impensable: reunirse con sus compañeros de ‘N Sync en el escenario de los premios MTV VMA. Pero ni siquiera eso fue suficiente para eclipsar en la misma gala a la «artista del año» según la cadena de televisión estadounidense: MILEY CYRUS. Y es que la también «ex chica Disney» dejó a todos atónitos con sus sensuales contoneos «twerk» enfundada en un bikini «nude».
Meses después, la veinteañera cantante volvió a provocar en la entrega de los premios MTV Europeos al encenderse un porro sobre el escenario de Ámsterdam cuando recogía su trofeo al mejor videoclip por «Wrecking Ball» (por el que ya había saltado a los titulares). Su penúltima llamada de atención ha llegado puntual para la Navidad: una foto colgada en su Twitter en la que felicita las fiestas a sus fans… en topless.
Y es que en cuanto a espectáculo mediático, ni los «rugidos» de KATY PERRY -que desbancó al mismísimo Justin Bieber en el trono de Twitter- ni el anuncio sorpresa de Beyoncé y su videoalbum lograron igualarla. Ni siquiera LADY GAGA, toda una experta en extravagancias, consiguió hacerle sombra, pese a la expectación desatada por su disco «ArtPop». Eso sí, según «Forbes», en ganancias cosechadas la reina sigue siendo una: MADONNA. Y sin sacar disco.
El tercer gran regreso del año llegó esta vez desde Europa y lo protagonizó el «robótico» dúo francés DAFT PUNK. Su cuarto álbum de estudio, «Random Access Memories», fue todo un acontecimiento en las pistas de baile, que volvieron a llenarse de sonidos setenteros con más funky que punk. Para muchos, ellos son también los autores del hit de 2013: su single «Get Lucky» se convirtió en el tema más escuchado en un sólo día en la historia Spotify.
La plataforma de música en streaming es también un termómetro de cómo está evolucionando el sector y cuenta ya -según la propia empresa- con 24 millones de usuarios activos. Éstos se decantaron por el dúo de hip hop MACKLEMORE & RYAN LEWIS y su disco «The Heist», mientras que en el panorama rock, los canadienses ARCADE FIRE se consolidaron como una de las bandas del momento gracias al doble álbum «Reflektor», encumbrado por la crítica.
La nota triste del año llegó el 27 de octubre con el adiós a una de las grandes leyendas de todos los tiempos: considerado el padre del rock alternativo, LOU REED fue una de las voces más influyentes del panorama musical, un artista de culto tanto al frente de The Velvet Underground como en solitario que dejó un legado de hits como «Heroin», «Sweet Jane» y, especialmente, «Walk on the Wild Side». Tenía 71 años y vivió hasta el final paseando por ese lado salvaje.
Por Elena Box