Madrid, 26 jul (EFE).- «En política es mucho más fácil entrar que salir», ha dicho hoy Alfredo Pérez Rubalcaba en su discurso de despedida como líder del PSOE, que hoy y mañana celebra su congreso federal extraordinario en uno de los hoteles más grandes y enrevesados de Madrid, en los que es facilísimo perderse.
El adelanto improvisado del congreso después del fracaso de las elecciones europeas de mayo dejó a los socialistas sin uno de sus espacios habituales de reunión, el Palacio de Congresos Juan Carlos I de Madrid, que ya estaba reservado para estos días.
Así las cosas, y para dar cabida a los más de mil delegados y los dos mil invitados que han acudido a la inauguración, no era fácil encontrar en la capital un lugar lo suficientemente grande. Y el elegido ha sido un hotel cerca del aeropuerto, a las afueras de Madrid, una gran mole llena de salas, pasillos y entradas.
Desde primera hora de la mañana había decenas de periodistas apostados en las muchas puertas del hotel y, aun así, era imposible para los informadores llegar a coger los «canutazos» de los dirigentes socialistas que iban llegando por todas partes y que querían hablar.
En unas de las dependencias de la planta baja se han ido juntando los «vip», entre ellos Sánchez y Rubalcaba, o la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz.
Cuando estaba a punto de comenzar el congreso, Sánchez ha salido rodeado de los suyos, la federación madrileña, del brazo del líder del PSM, Tomás Gómez, erigido hasta ahora en su mayor valedor público pese a que, por ejemplo, en la configuración de las listas para las elecciones de 2011 intentó relegarle en favor de los representantes de Izquierda Socialista.
Todos ellos han acudido al plenario, donde, ya fuera porque se intentaba ahorrar en aire acondicionado o porque más de dos mil personas juntas se dan calor quieran o no, muchos de los asistentes no paraban de sudar.
Rubalcaba ha tenido incluso que pedir que le dieran un vasito de agua.
El secretario general saliente ha escuchado la mayor ovación de la jornada momentos después de que se constituyera la mesa del congreso, que preside Susana Díaz, que le ha agradecido este proceso «ilusionante» y que se hiciera cargo del partido en un momento muy complicado.
Complicado era también utilizar el teléfono en este congreso, con el 3G colapsado, aunque, eso sí, el wifi del hotel funcionaba como un tiro.
Los socialistas tienen todo el día por delante y mañana por la mañana para completar este proceso de renovación, y no seguir perdidos.
Marco Leal