Kiel (Alemania), 24 may (dpa) – La Fiscalía General de Schleswig-Holstein, la región alemana en la que fue detenido el ex jefe de Gobierno de Cataluña Carles Puigdemont, insiste en que el político independentista puede ser acusado de rebelión en la potencia europea.
«En base a la nueva información que hemos recibido de parte de las autoridades españolas no tenemos ningún motivo para dudar que el delito de rebelión en España se puede equiparar con el delito de alta traición en Alemania», señaló hoy el fiscal general de Schleswig-Holstein Wolfgang Zepter.
«Eso (si ambos delitos son equiparables) es todo lo que la Justicia alemana debe determinar», agregó.
Zepter también señaló que, tras visionar los videos aportados por la Justicia española, la Fiscalía de Schleswig-Holstein está convencida de que lo que pasó en España se puede equiparar con el delito de alta traición en Alemania.
El Fiscal General jefe de la región de Schleswig-Holstein, Georg Güntge, precisó que el Ministerio Público que él dirige no está analizando si en España se produjo rebelión, sino que simplemente Alemania tuvo que examinar el caso por coherencia según la orden de arresto europea emitida desde Madrid. «No podemos interpretar los hechos, tenemos que aceptarlos tal y como se nos presentan», añadió.
A principios de abril, el Tribunal Regional Superior de Schleswig-Holstein (OLG) desestimó la primera solicitud enviada por la Fiscalía germana de tramitar la extradición de Puigdemont en virtud de los delitos de rebelión y malversación que le imputa España.
En su auto, el OLG indicó que no veía admisible el delito de rebelión porque entendía que no se había cometido violencia de tal grado que tuviese capacidad para doblegar la voluntad del Gobierno (español).
El ex jefe del Gobierno de Cataluña, destituido en octubre por Madrid a raíz de la escalada de su proceso independentista, fue detenido el 25 de marzo en un área de servicio del norte de Alemania en virtud de una orden de arresto europea emitida dos días antes por el Tribunal Supremo español.
Tras pasar 12 días en prisión, los máximos jueces regionales resolvieron el jueves pasado dejar al político soberanista en libertad bajo fianza a la espera de que se tomase una decisión sobre su posible entrega a España. Desde entonces, Puigdemont reside en Berlín a la espera del fallo judicial, que espera se produzca en los próximos días.
La Justicia del país ibérico lo procesó por rebelión y malversación de fondos públicos debido al plan con el que intentó proclamar una república independiente, causando así una crisis institucional sin precedentes todavía abierta.