Madrid, 12 dic (EFE).- El mercado Nómada Market se instala una vez más este fin de semana en Madrid esperando atraer a cerca de 12.000 personas, en una edición inspirada en el encanto «kitsch» de la Navidad en la que se pueden encontrar desde mermeladas de vino Albariño a collares hechos con encajes «vintage» de Estambul.
El mercadillo temporal, ubicado en el ático de la estación madrileña de Chamartín, en un horario ininterrumpido de 12.00 a 21.00, es ya un clásico señalado en los calendarios de muchos creadores y compradores habituales.
Desde 2005 se celebra cuatro veces al año, una vez por temporada, aunque la edición de Navidad «es siempre la más sabrosa», según explica a Efe Estilo Sol Goldentaer, una de las fundadoras de la iniciativa.
La estrella indiscutible de esta cita son los complementos, ya que «siempre son más asequibles y prácticos como regalo», pero «aquí puedes venir a por un collar y salir con una planta», reconoce Goldentaer.
El diseño y la creatividad es el ingrediente común que unifica los estand de este ecléctico mercado. Propuestas como la Ecoquchu que «envuelve semillas en tierra como si fuesen un bombón», ejemplo que demuestra que la gente «acaba comprando cosas que no habría pensado adquirir», reconoce la fundadora.
La novena edición navideña está enfocada a exprimir el lado divertido de estas fechas. Bajo el lema «Funny Christmas» el propósito es, en palabras de Andrea Álvarez, otra de las creadoras de la cita, «borrar la cara de hartazgo con la que, a veces, enfocamos las navidades y sustituirla por una sonrisa».
Con ese propósito, han organizado un sorteo de regalos entre los compradores que acudan a la feria con un jersey de motivos navideños, los conocidos como ‘ugly christmas sweaters’. «El espíritu es ponerse los cuernos del reno y el jersey feo de la abuela y tomarse con humor estas fechas», añadió Álvarez.
Este año se estrenarán 60 creadores más, seleccionados de entre 600, aunque el número total de estands de la feria asciende a 180, ya que la mitad de ellos repiten la experiencia de ediciones anteriores.
El mercado pretende poner la creatividad también en mano de los compradores. Para ello cuentan con diferentes talleres de elaboración de adornos navideños con técnicas de ‘origami’, postales estampadas y bolsas de tela ‘vintage’ de Navidad.
El precio de los materiales del taller está incluido en la compra de la entrada, que es solo de un euro, aunque los niños, que disfrutarán con peluches de ganchillo de series infantiles como ‘Futurama’ y ‘Hora de aventuras’ o muñecas articuladas de papel, entran gratis.
Como novedad, se podrán empaquetar sin coste alguno los regalos adquiridos que serán adornados con ‘crafties’ y materiales creativos como bolsas de fruta y cordones para que luzcan bien debajo del árbol de Navidad.
El Nómada Market busca propiciar un ambiente creativo y familiar, por las tardes el grupo musical Desvarietés y el colectivo de DJ’s Mndanga pondrán banda sonora a las compras, mientras los niños, que pueden acudir con sus mascotas, volverán a contar con actividades pensadas especialmente para ellos.
La ropa y los complementos tienen una fuerte presencia. Desde las camisetas infantiles de ‘Piticlín’, serigrafiadas con contenido «irreverente» como culos y manos metaleras, hasta la colección inspirada en la dieta mediterránea que diseña y estampa María Vallier de «Esto no es Ascot!».
La firma Colette trae de Barcelona collares y cuellos con encajes reciclados que sacan de sus viajes por todo el planeta o Zoe design propone diseños únicos de zapatillas pintadas de acuerdo a la idea del comprador «es un proceso colaborativo creativo» comenta Marina Ruiz, la diseñadora.
Para satisfacer el sentido del gusto se ha dispuesto un bar y una zona ‘chill out’ donde se pueden encontrar aceites ecológicos, miel, vinos, mermeladas, especias, galletas caseras y ‘kits’ para hacer en casa, acorde al espíritu ‘do it yourself’ de la cita.
Lara Barreiro.