(dpa) – «Escandalosamente delgadas». Así describía una de las críticas de moda más conocidas a las modelos en Nueva York. Vanessa Friedmann, del «New York Times», tuiteó a mediados de febrero, durante la Fashion Week, que las mujeres eran tan delgadas que no se podía concentrar en las prendas.
Lo que tematizó en pocos caracteres es algo que ocupa al mundo de la moda desde hace años: ¿qué tan delgada es en realidad demasiado delgada? Y, ¿no se había superado el delirio por la delgadez? Después de todo, con la llamada «body positivity», es decir, la idea de que todos los cuerpos son bellos, también se podía ganar dinero.
Pero ahora las cifras muestran que las modelos con tallas más grandes que la «zero» estadounidense (una talla 30 europea) apenas son contratadas, al menos no para importantes Semanas de la Moda.
Apenas el 0,6 por ciento de los 9.137 atuendos de las últimas Fashion Weeks fueron presentados por llamadas modelos plus size, es decir, de talla 44 o más. Así lo demostró un recuento de la revista estadounidense «Vogue Business», que incluyó los desfiles de moda de Nueva York, Londres, Milán y París.
Según estas cifras, entre las modelos hubo algunas de tallas entre 36 y 42, consideradas «tallas medianas». Pero casi el 96 por ciento vistió prendas de las tallas entre 30 y 34.
El ideal de belleza centrado en la delgadez parece estar otra vez tan presente como en los años 90. En ese entonces, el estilo «heroin chic» alentaba a las mujeres a pasar tanto hambre que se parecían a las adictas a la heroína. Pero el sector de la moda ya había superado eso.
Francia, por ejemplo, prohibió que aparecieran modelos demasiado delgadas en las publicidades, y en 2017 convirtió en standard una prueba médica. Las marcas cuyas modelos no tienen ese test deben pagar desde entonces multas importantes (de hasta 75.000 euros o casi 82.000 dólares).
La marca estadounidense de ropa interior Victoria’s Secret suspendió por algún tiempo su megaespectáculo anual con «ángeles». La crítica que indicaba que las bellezas con alas de ángel solo respondían a las fantasías masculinas pero no a las necesidades de sus clientas se había vuelto demasiado grande.
¿Y ahora se supone que queda atrás todo el esfuerzo por una imagen corporal más sana? La investigadora cultural austriaca Elisabeth Lechner, quien estudia y analiza imagen y discriminación, considera que esto no es sorpresivo.
Después de todo, hubo indicios de ello de parte de famosas, dijo a dpa. «Las hermanas Kardashian se despidieron de sus curvas y Gwyneth Paltrow habla en un podcast de lo poco que come. Café, caldo de huesos y vegetales. No ingiere más que eso. Estas cosas ocurren con gran publicidad».
Además, en los últimos años, a pesar de algunos éxitos, tampoco se llegó demasiado lejos. Lechner habla en referencia a los shows de casting de una «diversidad comercial a lo Heidi Klum».
«Ahora, en ‘Germany’s Next Topomodel’ vemos cuerpos mínimamente diferentes, pero mucho más no se logró. Porque el ideal solo avanzó un poquito en dirección a la figura del tipo reloj de arena. Pero, ¿dónde están los cuerpos más gordos o la piel que cuelga después de un parto? Eso sigue siendo considerado no mostrable«.
Lechner dice que el sistema de la moda necesita constantemente nuevos alicientes para comprar y los crea a través de cada vez nuevas tendencias. Una de ellas se llama «Y2K» y ahora mismo trae a la actualidad los años 2000, con los pantalones de tiro bajo y los crop tops.
«Ese tipo de vestimentas es casi imposible de llevar para cuerpos gordos, salvo que una tenga el valor de mostrar lo supuestamente imperfecto. En ese tipo de cortes, la panza simplemente no encaja», dice la investigadora.
La mejor manera de vender productos es con las inseguridades de los consumidores. Y estos, según Lechner, se están ocupando por eso actualmente más otra vez de su aspecto exterior, porque hay dos evoluciones preocupantes.
Por un lado, la aparición de supuestos remedios milagrosos contra la grasa en Estados Unidos. Famosos como Elon Musk hablan maravillas en público de cómo redujeron sus ganas de comer con medicamentos contra la diabetes que requieren receta. No mencionan los efectos secundarios como vómitos y diarrea ni el hecho de que estos medicamentos por momentos escasearon para los pacientes diabéticos, quienes realmente los necesitan.
Por otro lado, aumentan las intervenciones faciales mínimamente invasivas. «En el popular ‘buccal fat removal’ en realidad se extrae una parte de la mejilla para que una se vea como una versión con filtro de sí misma», comenta Lechner. En esa intervención, se extrae grasa de la mejilla, la meta es destacar los pómulos. Muchos recurren a las cirugías estéticas porque en redes sociales como TikTok se acostumbraron a los filtros faciales.
«El filtro ‘bold glamour’ distorsiona las facciones faciales en fracciones de segundo y hace que la usuaria se vea como maquillada. Es el primer filtro que no se desdibuja incluso si se pone la mano delante de la cara. Por eso, otras personas ni siquiera notan que una utiliza el filtro», explica la investigadora.
En el sector de la moda, en tanto, se alegan razones puramente prácticas para este paso atrás a las épocas de la delgadez extrema. Varios diseñadores y marcas dijeron a «Vogue Business» que es simplemente demasiado complicado adaptar los vestidos a las tallas más grandes y que sobre todo por eso apenas se contratan modelos plus size para los desfiles de moda.
«Eso no lo puedo aceptar», replica Lechner. «La verdadera diversidad tiene un precio. Se trata tanto de modificaciones estructurales como de diferentes pasos. Eso cuesta dinero y lleva tiempo. En vez de eso, muestran alguna vez una mujer gorda y se llevan los aplausos por ello».
Pero Lechner tiene esperanza. Ella misma fue adolescente en los 2000, cuando aún no había posibilidad de ver cuerpos diferentes, ni en las revistas ni en las series. «Hoy en día las personas se unen en contra de la presión por la belleza en las redes sociales. Eso tiene efecto».
Cada vez más mujeres, por ejemplo, muestran bajo el hashtag#midsize (talla mediana) cómo les queda la moda en comparación con las modelos delgadas. Solo en TikTok, esos videos fueron vistos durante abril unas 4.700 millones de veces.
Por Anna Eube (dpa)