Múnich (dpa) – Parece ciencia ficción: un ascensor que transporte a las personas o pesadas cargas hasta el espacio. Pero hace ya más de diez años que los expertos en navegación espacial están estudiando el tema. Space-Lift se llama este ascensor espacial.
En lugar de despegar en un cohete, simplemente bastaría apretar un botón de ascensor. «El ascensor espacial despegaría de una estación flotante en el mar», explica Andreas Hein, un técnico espacial de la Universidad Tecnológica de Múnich, en Alemania. Uno de sus temas de investigación es el Space-Lift.
Este ascensor espacial funcionaría mediante un cable extremadamente largo que estaría colgado de un satélite en órbita. «El ascensor subiría hasta el satélite a lo largo de ese cable», dice Andreas Hein. El extremo superior del cable estaría tan lejos de la Tierra que ya casi no se ejercería atracción gravitatoria. Por ello, el ascensor no volvería a caer una vez que llegue a esa altura, al igual que los satélites.
Pero ese ascensor espacial todavía no existe. Falta aún superar unos cuantos obstáculos. «Hay que construir un láser suficientemente poderoso como para proveer al ascensor de la energía necesaria para elevarse hasta el espacio exterior», dice Andreas Hein. Luego habría que construir un ascensor capaz de transportar una carga muy pesada.
Y tiene que ser resistente, porque el viaje al espacio tiene sus peligros. Existe gran cantidad de basura espacial, viejos cohetes y satélites ya fuera de uso que orbitan en torno a nuestro planeta. Estos fragmentos podrían impactar contra el ascensor.
Pero el mayor desafío es fabricar un cable suficientemente largo. Ningún material utilizado hasta ahora es tan fuerte como para que no se rompa por su propio peso en tales longitudes. Sin embargo, se ha desarrollado un nuevo material increíblemente fuerte y a la vez super liviano. ¿Será ese el cable adecuado para el ascensor espacial?
«Las fibras de ese material son lamentablemente demasiado cortas como para fabricar con ellas un cable», dice Andreas Hein. «Pero este problema podría resolverse en breve». Si muchos investigadores en todo el mundo se dedicaran a pensar sobre este tema, seguramente surgiría pronto la solución, supone Hein. Entonces sí, en poco tiempo saldría el ascensor rumbo al espacio.