Dejar un mejor planeta a las futuras generaciones es un compromiso ineludible en Alemania, por ello en el deporte rey de ese país, el fútbol, son gigantes los pasos dados para preservar el ambiente.
Sus estadios son reflejo de cuánto se ha abonado el camino. Un reciente estudio de la casa de apuestas Bundesliga Betway se centra en tres experiencias que pueden ser replicadas en otros países de Europa y en otros tantos de América apasionados por el fútbol.
Uno de esos complejos deportivos es el hogar del FC Augsburg: el WWK Arena, inaugurado en el 2009 y presume de ser el primero en el mundo con CO2 neutro.
Eso “se debe especialmente a las dos bombas de calor que aprovechan la energía geotérmica de la superficie y componen el núcleo del sistema energético. Así se alimenta la calefacción de los palcos y áreas VIP, los vestuarios y las oficinas, además de que alcanza para cubrir el funcionamiento de la calefacción del campo”.
Las medidas no impactan el clima, se ahorran más de 750 toneladas de CO₂ al año. Todo esto le mereció al estadio el reconocimiento a través de la iniciativa “Alemania – País de las ideas”, en 2011.
El WWK Arena, asentado en el distrito universitario de la ciudad de Augsburgo, en Baviera, tiene aforo para 30.660 aficionados (11.034 plazas de pie y asientos para 19.626)
Para llegar al estadio lo más recomendable es ir pedaleando las bicicletas; está la opción de ir en tranvía, que desde la estación central te lleva en 20 minutos.
Un segundo estadio “verde” lo disfrutan los fanáticos del club FSV Mainz 04 cada vez que van al Opel Arena, localizado en el distrito Bretzenheim, en Maguncia, Renania-Palatinado.
Tiene “corta edad”: abrió en el 2011 para albergar a 33.305 seguidores (asientos para 17.300) del club FSV Mainz 05, de la Bundesliga.
El club en 2010 se convirtió en el primero con huella de carbono cero, además desde hace tiempo utiliza energía limpia.
El club fue reconocido por la ciudad de Maguncia en el marco del programa de asesoría ambiental Ökoprofit, “gracias a su ejemplar gestión medioambiental. Esta se refleja en los esfuerzos continuos para reducir su huella ecológica, que son parte intrínseca de la imagen del club”.
El estadio dispone de una planta fotovoltaica en su techo y hace 11 años el equipo contrató a un consultor de sostenibilidad.
Un tercer gran estadio “peso pesado” es el Signal Iduna Park, casa del Borussia
Abrió en 1974 en el distrito Innenstadt-West y da cabida a 81.365 personas, ofreciendo asientos a 53.028. Al estadio se le llega en tren o caminando desde la estación central.
El Signal Iduna Park, con 47 años de “vida” tiene huellas ecológicas importantes.
En el 2019, el Borussia Dortmund anunció que desde el 2013 su fanaticada ahorró 81.365 toneladas de CO₂, es decir, una tonelada por plaza en el estadio, a través de una tarifa de energía limpia. Y el 2011 se construyó sobre el techo de la tribuna norte una planta fotovoltaica con la forma del logo del equipo, que solo en el 2018 suministró 485 000 Kwh a la red local de energía.