Como todos los sectores, la psicología también está dando un paso hacia la digitalización.
Durante los meses de confinamiento fueron muchas las consultas que tuvieron que reinventarse para no parar ningún tratamiento en marcha. Y eso se hizo acudiendo a la tecnología para seguir contactando, de forma periódica, con los pacientes para que no sintieran que, de la noche a la mañana, se habían quedado solos afrontando no solo sus terapias sino sus preocupaciones y problemas.
La psicología online para los profesionales
Aunque siempre se pone el foco en el paciente, también los profesionales son los que han tenido que reinventarse y buscar los pros y contras de digitalizar sus consultas.
“El Covid19 ha puesto sobre la mesa la opción de nuevos canales para hacer terapia. En el caso de las consultas online, al no haber desplazamientos a la consulta, permite también poder dedicar más tiempo a otras cosas y a paliar, en un futuro, la movilidad de los profesionales ya que solo necesitaríamos tener conexión a internet para poder atender desde otra ciudad, por ejemplo, sin tener ya límite geográfico que impida atender” explica Montse Baró, Psicoterapeuta y directora del Centre Vitae en Sabadell.
Y es que, pese a que tradicionalmente era necesario acudir a la consulta del terapeuta, la consulta online también permitiría combinar el tratamiento con la modalidad presencial.
“Sería también muy útil para personas que viajan y que no necesitarían aplazar su consulta a otro día por estar fuera de la ciudad. De hecho, se pueden aprovechar los recursos digitales a nuestro alcance, haciendo llegar fotos, audios o enlaces que complementen la sesión para su trabajo. Combinar una cita presencial con las online permitiría también mayor flexibilidad horaria tanto para el paciente como para los psicoterapeutas” continúa.
La psicología online para los pacientes
Desde el punto de vista del paciente, en muchos casos el poder conectarse desde cualquier sitio les permitiría no dejar la terapia, pues siempre hay casos en los que es muy importante seguir en contacto con el profesional.
De hecho, según los casos y siempre dirigidos por profesionales, el hecho de que un paciente pueda abrirse dentro de un entorno que sea familiar, que aporte seguridad extra y que permita no sentir el impacto de estar en terapia al uso, podría incluso beneficiar la comunicación en esos momentos puntuales de bloqueo, la comunicación y asumir que realmente existe un problema es importante que sea normalizado por el entorno, para poder entender hay que conocer el sufrimiento ajeno.
A esto hay que sumar las personas que, con movilidad reducida, problemas de agenda o incluso en el marco de la conciliación familiar, podrían encontrar ese momento perfecto para conectarse a través de la pantalla con su terapeuta para no tener excusa.
“En muchos casos no se habla de la dificultad de según qué perfil de paciente, pero la terapia online es un gran aliado para las personas que tienen algún tipo de dificultad motriz y dependen de otro para acudir, o incluso esas personas mayores que encuentran barreras para llegar hasta un despacho. Sin duda, la modalidad online permite romper todas las barreras y fronteras de la terapia exclusivamente presencial” explica Baró.