Nueva York, 19 mar (dpa) – “Enmendar un error histórico”. El ministro de Justicia español, Alberto Ruiz-Gallardón, esgrimió hoy esta razón como la principal para sacar adelante la ley del gobierno por la que se concederá la nacionalidad española a los sefardíes que acrediten su condición.
En un encuentro organizado por el American Jewish Committee, uno de los lobbies judíos más influyentes de Nueva York, Ruiz-Gallardón argumentó motivos “históricos y afectivos” para ofrecer el pasaporte español a los descendientes de los más de 100.000 judíos sefardíes expulsados de España en 1492. El proyecto de ley, aprobado por el gobierno el pasado 7 de febrero, aún tiene que pasar el trámite parlamentario.
“En ocasiones la historia separa los caminos, como ocurrió en 1492 entre los judíos y los españoles, pero a veces se vuelven a cruzar, como en un reencuentro consciente”, afirmó.
El ministro reconoció que el número de personas que podrían acogerse a la medida es incierto, pero que podría llegar a unas 150.000 personas de todo el mundo.
Ruiz-Gallardón reconoció que antes de la tramitación de la ley el gobierno ya habría recibido unas 3.000 solicitudes de judíos sefardíes, fundamentalmente de Venezuela y de Turquía, que habrían solicitado la nacionalidad española por el procedimiento de carta de naturaleza.
El ministro aclaró que la solicitud de nacionalidad española no supone la renuncia a la nacionalidad actual de quien la solicite. A este respecto, reconoció que “muchas solicitudes se harán por motivos afectivos”, pero reconoció la importancia que tendrá para los nuevos ciudadanos el hecho de pertenecer a la Unión Europea a través del pasaporte español.
Preguntado por si la medida podría beneficiar a otras comunidades como los moriscos, el ministro valoró el hecho de que los sefardíes, cuando fueron expulsados “en lugar de rebelarse contra la patria, mantuvieron a España con su lengua, su cultura y su memoria”, mientras que otras comunidades “se mimetizaron inmediatamente con sus comunidades de acogida”, perdiendo así su vínculo con España.
Ruiz-Gallardón aseguró que “no existe un sentimiento de antisemitismo en España” y que en caso de que existiera “queda fuera de la ley y es rechazado por la inmensa mayoría de los ciudadanos”.
Sin embargo, el ministro exhortó a mantenerse alerta ante el auge de discursos antisemitas en Europa y apeló a la educación a las nuevas generaciones para recordar “el relato de la verdad, aunque duela”, en relación al Holocausto judío.
Por Sergio Rozalén