Goma, 12 oct (dpa) – El cadáver de una mujer fallecida por ébola en el este de Congo, que iba a ser enterrada en una fosa segura ante el alto riesgo de contagio de la enfermedad, fue robado por su familia durante unas horas, informó hoy el Ministerio de Sanidad.
Los cadáveres de muertos por ébola son muy contagiosos y por eso deben recibir una sepultura muy rápida y segura. Pero en la ciudad de Beni, en el este de Congo, donde parte de la población se muestra hostil frente a los sanitarios que luchan contra la enfermedad, las cosas se torcieron.
El conductor de un coche fúnebre que llevaba los restos mortales de una mujer de camino al cementerio oficial cambió de repente la ruta y llevó el cadáver a la finca de la familia. Las fuerzas de seguridad acudieron al lugar para recuperar el cadáver y se produjeron enfrentamientos con jóvenes del lugar, informó el Ministerio.
Solamente después de varias horas la familia devolvió el cadáver.
Los miembros de la familia de la fallecida se habían vacunado el jueves y aseguraron que nadie tocó o abrió el saco con el cuerpo, según los datos oficiales.
Para muchos familiares, las restrictivas condiciones de las sepulturas de fallecidos por ébola, que contradicen las tradiciones locales, suponen un motivo de dolor adicional.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó hoy de que la actitud hostil de parte del a población en Beni y los continuos ataques de rebeldes en la provincia de Kivu Norte suponen grandes riesgos en la lucha contra el virus.
Beni se ha convertido en el centro de la epidemia actual, donde se registraron 32 de los 39 nuevos casos contabilizados en octubre. Las autoridades han documentado hasta ahora 200 casos sospechosos de ébola, 165 de ellos confirmados en laboratorio.
Un total de 53 personas se curaron mientras 125 murieron de la fiebre hemorrágica. El virus del ébola es uno de los más peligrosos del mundo. En una epidemia en 2014 y 2015 murieron más de 11.000 personas en el oeste de África.