Por Alexandra Bülow (dpa) – Primero hay una irritación desagradable en la garganta, luego se congestiona la nariz, la cabeza se siente como un bombo y todo el cuerpo parece estar hecho de plomo. Ya ha llegado el primer resfriado de la temporada. «Las inflamaciones causadas por resfriados generalmente duran unos seis días», dice el médico internista alemán Peter Walger. Suelen ser inofensivas pero nada agradables. Aun así, no se deben encubrir las molestias con medicamentos», opina otro médico alemán, Hans-Michael Mühlenfeld.
Mucha gente confía totalmente en los remedios caseros, aunque no pueden curar una infección viral. «Aun así, yo recomiendo a mis pacientes el uso de tales remedios, porque ayudan al cuerpo y alivian los síntomas», dice Mühlenfeld.
Algunos estudios aseguran que el caldo de pollo es eficaz. Según la asociación alemana de defensa de los consumidores Stiftung Warentest, el caldo de pollo bloquea en el organismo determinados glóbulos blancos que desencadenan procesos inflamatorios y que se liberan cuando se produce un resfriado. El caldo también contiene una proteína llamada cisteína, que tiene un efecto antiinflamatorio y reduce la mucosidad, según el estudio alemán.
Sin embargo, el experto en salud Andreas Waltering ha manifestado su escepticismo al respecto. En su opinión, los métodos aplicados para el estudio son dudosos y no existen otros buenos estudios cotejables. Aun así, Waltering no desaconseja el consumo de caldo de pollo: «Contiene minerales que compensan la pérdida de líquidos por el sudor o por el aumento de la temperatura del cuerpo».
Muchos remedios caseros tienen algo en común: restituyen el líquido que se pierde por la sudoración. Además, humedecen las membranas mucosas, para que estas puedan defenderse de agentes patógenos, y su calor estimula el riego sanguíneo. Lo mismo vale para los tés. Parece que especialmente el té de tila estimula mucho la sudoración. El calor le permite al cuerpo aumentar más fácilmente la temperatura, lo que le ayuda a luchar contra el virus.
Da lo mismo si es un baño caliente, un té o una inhalación de vapor: mucha gente añade aceites etéreos o extractos de hierbas para aliviar la tos o descongestionar la nariz. «La salvia refuerza la superficie de la membrana mucosa y contribuye a restablecer su ambiente natural para expulsar así los virus», explica Mühlenfeld.
No obstante, este médico no recomienda verter al agua caliente cualquier aditamento sino solo sustancias acordes con los síntomas. Una infusión de tomillo alivia el picor de garganta. La manzanilla, sin embargo, tiene un efecto resecante, lo que sería contraproducente para aliviar la tos seca, explica Mühlenfeld. «En ese caso se debería añadir salvia o sal de cocina», recomienda el experto. Cuando la tos va acompañada de flemas viscosas, lo mejor es usar extractos de hiedra, dice Mühlenfeld. Una vez que el brebaje se haya enfriado después de la inhalación, también se puede usar para hacer gárgaras y humedecer de esta manera la faringe.
Mejorar el riego sanguíneo de las membranas mucosas mediante el calor o la humedad también estimula la secreción de los bronquios o la nariz. «La secreción es un factor protector», explica Walger. «Además, el aumento de la secreción hace que el organismo expulse células enfermas o afectadas».
Sin embargo, la eficacia de los remedios caseros llega a su límite cuando, después de algunos días, se presenta una fiebre alta o si la persona afectada se siente mucho peor, en vez de experimentar una mejora después de cuatro días, como es normal. Entonces, conviene acudir al médico, recomienda Walger.