Con la llegada del frío y la vuelta al cole de los más pequeños de la casa, las enfermedades respiratorias empiezan a tomar su posición en la vida de casi todos. El resfrío común se vuelve el más usual y aunque es bien sabido que todos pasamos por eso varias veces al año, no deja de ser molesto. La realidad es que queremos dejarlo atrás cuanto antes y aquí daremos algunas recomendaciones para lograrlo.
Enfermarse no le hace gracia a nadie. La sola idea de estar con malestar y vivir unos días con las energías más reducidas ya es capaz de cambiar el humor de cualquiera. Las enfermedades respiratorias leves, como el resfriado común, parecen tener un espacio bien trabajado durante estas fechas y lo mejor es saber cómo combatirlas con eficiencia.
Medicación específica
La primera recomendación (y que resulta bastante obvia) es tomar medicamentos específicos para frenar los síntomas y alcanzar bienestar con más rapidez. Aunque la automedicación no es nada recomendable, en el caso del resfriado común existen ciertos medicamentos que se pueden comprar sin prescripción médica como es el caso del Frenadol.
Los componentes con que está fabricado este medicamento ayudan a aliviar los síntomas asociados a esta condición de salud como la secreción nasal, el ardor en la garganta, la fiebre y la tos. Es decir, contrarrestar el malestar general para sentir cierta “normalidad” aún en medio del proceso por el que está atravesando el organismo.
Al comprar el medicamento en forma de sobres granulados, la cantidad recomendada para la toma es de un sobre cada 6 a 8 horas, en dependencia a la complejidad del malestar. Uno de estos sobres debe ser administrado antes de dormir para facilitar el descanso. Los niños menores de 14 años no deben consumir este medicamento sino sus equivalentes pediátricos orientados por el especialista.
Otras recomendaciones
Además del consumo de medicación orientada a mejorar esta condición, existen otras recomendaciones que son muy útiles para que el proceso sea más llevado, como:
- Reposar: darle la oportunidad al cuerpo de tener un ritmo bajo de actividades que demanden energía durante estos días es positivo. No basta solo con las 8 horas durante las noches, sino con un extra en el día que permita ahorrar fuerzas y recuperarse más rápido.
- Consumir más líquidos: estar hidratados es fundamental en todo momento y en un proceso gripal más todavía. El agua siempre es bienvenida, pero también se pueden incorporar bebidas calientes que hacen mucho bien, como el té de limón con miel y jengibre que funciona como un bálsamo para la garganta y ayuda a despejar las vías respiratorias.
- Los lavados nasales: si se tiene mucha congestión nasal, las molestias (más en las noches) aumentan. En este caso, los lavados nasales son una forma fácil y rápida de librarse de la acumulación de mucosidad y se pueden ejecutar con solo suero salino o una mezcla de agua con sal.
- Mejorar la calidad del aire: el uso de humidificadores en la casa ayuda en buena medida a respirar mejor. Hoy en día se pueden aprovechar los aceites esenciales como el de menta o eucalipto para obtener mayores beneficios al momento de aportar más humedad al entorno.
- Visitar al médico: esta es una recomendación que permitirá mejorar más rápido porque los médicos son especialistas en la materia. Sin embargo, aunque la gran mayoría de las personas no busca ayuda con este tipo de malestar, es importante no descartar esta recomendación porque es posible que un resfriado común se convierta en algo más complicado si no se toman las medidas de cuidado apropiadas o si el cuerpo no reacciona bien.
El resfriado es muy común y no hay que temerle. Lo más importante en todo esto es tomar las medidas adecuadas y guardarse de no estar con otras personas a las que se le pueda contagiar porque sucede con bastante rapidez.