La tecnología, en el último siglo, ha contribuido notoriamente al mejoramiento de los sistemas de comunicación y de información en todo el mundo. Lo que en otras épocas costaba hacer, hoy en día forma parte de la tramitación cotidiana propia de la experiencia más trivial de cualquier individuo.
Y así como la tecnología ha contribuido a borrar las barreras de la comunicación, también ha contribuido a borrar las barreras que separan a los países y las personas. El siglo pasado el tema de realizar vuelos era algo, en términos generales, propio de ejecutivos y de gente con cierto poder adquisitivo, el día de hoy forma parte de la más cómoda frecuencia en las vidas contemporáneas.
Es por ello que resulta de interés general conocer, siempre que se realizará un vuelo, cuáles son las opciones más eficientes, cuáles se adaptan mejor a las necesidades del consumidor, cuáles son las menos privativas en materia monetaria, entre otras. Siempre es necesario, para esto, conocer cuándo y cómo realizar la petición, y si es por internet, la facilidad para hacerlo es mayor. ¡Planifica tu vuelo!
Qué debes considerar a la hora de contratar el vuelo
Las épocas del año y su contribución a la selección del servicio tienen que ver, en lo elemental, con las expectativas del cliente respecto al tipo de prestaciones que desea recibir, no sólo del vuelo, sino también de otras cosas al margen que suelen estar cuantificados en el viaje, como la estadía en un hotel.
El concepto de efectividad en una aerolínea suena estar asociado a los vuelos baratos. Esto es cierto y, desde luego, el consumidor siempre irá de la mano de la opción que menos vacíe su bolsillo, pero la accesibilidad económica debe ser siempre objeto de contraste en relación al tipo de cosas que, sinceramente, se esperan del vuelo.
Por ejemplo, los llamados vuelos low cost suelen prever que el cliente mismo haga uso de una serie de variables para hacer que el vuelo resulte más económico, por ejemplo, hacer un equipaje más ligero y evitar, por tanto, tener que pagar grandes pesos para poder realizar el viaje en el avión. Asimismo, también se recomienda estar atento de ofertas en lo que respecta a las comidas, examinar qué tipo de combos o servicios tiene el avión durante el trayecto, etcétera.
Se trata, en definitiva, de alternativas que privilegian la intuición del consumidor ante lo demás, a fin de que el ahorro no devenga tanto de la fecha de partida y vuelta, de los servicios que la aerolínea ofrece o demás, sino de las propias decisiones de la persona que realiza el viaje. Y aunque esto no puede ser marginado como menos importante, también es bueno atender a otras cosas durante la planificación económica de un viaje.
Las fechas de los vuelos
La variante máxima a la hora de tomar estas decisiones es la fecha en la que el mismo se realizará. Esto se debe a que determinadas temporadas, debido a la alta competitividad, hacen que los vuelos se incrementen en precio o en cantidades, de modo que puede haber obscenas ponderaciones entre precios altos y precios bajos.
En ese sentido, incluso en épocas vacacionales suelen haber este tipo de fenómenos. Por eso, lo más recomendable es que, durante estas fechas, las personas que realizan viajes o planean hacerlo, tengan especial atención a los días mediatos para partir. Es decir, tener como puntos de referencia para salir y volver del viaje etapas medias o tardías para los vuelos, dado que es más probable que durante estos lapsos de tiempo, al menos en el último año, los precios sean más accesibles.
Si el consumidor está interesado en ahorrar, puede también hacer una combinación de elementos que van desde la utilización de paquetes de viaje -aunque esto es relativo-, examen del tipo de productos que se pueden comprar durante el vuelo, precio de los servicios adicionales durante el mismo, el hotel y, en definitiva, de todo lo que va a gastarse durante el viaje y la vuelta. De esta manera se podrá tener más con menos y, por supuesto, la solución económica no irá enfrentada con la calidad.